Kabul vivió el pasado viernes el peor ataque contra las tropas occidentales presentes en Afganistán desde octubre de 2001. Ese día, el conductor de un coche cargado de explosivos estrelló su automóvil contra una patrulla de vehículos militares extranjeros antes de hacerlo saltar por los aires. Murieron 16 personas y una treintena resultó herida.
La recién descubierta desvinculación entre Sadam Husein y Al Qaeda ha suscitado varias protestas en distintos puntos de EE.UU. De todos modos, la “guerra contra el terrorismo” sigue adelante con la detención de Abú Hamman, un jarro de agua fría para los secuaces de Bin Laden.
El primer ministro británico, Tony Blair, anunció la pasada semana que abandonará sus funciones al frente del Ejecutivo y del Partido Laborista, cuya popularidad cae en picado, sin establecer una fecha fija. Su sucesor natural será Gordon Brown, actual ministro de Economía.