La intensidad de la crisis económica se acrecienta en espiral, a raíz de las revisiones que los organismos internacionales están haciendo de sus previsiones y de la sucesión de malos augurios.
Tras las presiones de Estados Unidos, la Unión de Bancos Suizos (UBS) ha aceptado desvelar la identidad de algunos de sus clientes acusados de evasión de impuestos. En Suiza, esta circunstancia no está tipificada como delito.
Por las arcas de UBS ha pasado dinero de procedencia controvertida de nombres también controvertidos. Nazis, dictadores y varios presidentes de distintos estados han confiado sus capitales al banco suizo.
El aumento del desempleo y el hundimiento del sector inmobiliario han potenciado el incremento desmedido de la morosidad. Como consecuencia las cajas buscan soluciones y se presenta como la mejor medida la fusión.