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NATACIÓN

De nadador a aventurero... pasando por actor

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura3 min
Deportes06-01-2006

Aunque con un historial deportivo envidiable, David Meca es más conocido por sus excéntricos retos, al margen de las competiciones oficiales. Con el último de ellos, unir a nado la Península Ibérica con las Islas Baleares, afirma que lo más importante ha sido el reconocimiento de la gente que se volcó y “que el mundo me considera un héroe”.

Con cinco años, tuvo que enfrentarse a adversidades al tener varios problemas de salud que le obligaron a practicar la natación. Después de empezar a nadar largas distancias, que se ajustaban mejor a su perfil físico –ya que se trata de un nadador delgado y fibroso–, en 1993 viaja a Estados Unidos para convertirse en el mejor nadador del mundo en largas distancias y proseguir sus estudios de interpretación. Lo hizo en la Universidad del Sur de California, donde se graduó con honores en julio de 1999. No en vano, además de actuar en una decena de series de teatro, hizo un papel en la serie Las aventuras del joven Indiana Jones y conoció a Steven Spielberg, que según afirma él mismo, es “la persona que más me ha marcado”, y aspira a ser actor una vez que termine su carrera deportiva. Aunque algunos lo puedan tachar de frívolo por la imagen que transmite, el propio Meca reconoce –en parte por su propia formación– que enfoca su trabajo hacia la televisión, ya que cree “que me tengo que ganar la vida. La natación, por muy campeón del mundo que seas, no te da para ganártela”. Por ello le gusta ponerme límites muy difíciles y luchar por conseguirlos. “No sé donde está mi límite todavía”, reconoce, y su imagen es la de “una persona que quiere luchar en este mundo, no sé”. Sin embargo, aunque es conocido por el público por sus retos, tales como cruzar la bahía de San Francisco desde el penal de Alcatraz, con grilletes en los pies, y cruzar a nado el Estrecho de Gibraltar para demostrar su inocencia por un positivo por nandrolona, en enero de 1999, en una competición disputada en Salvador de Bahía (Brasil). Meca se sometió a distintos análisis para demostrar que dicho esteroide –que aumenta la fuerza y el tamaño de los músculos– no lo ingirió voluntariamente, sino en un plato típico de la región, el sarapatel, un guiso a base de carne, hígado, intestinos y riñón de cerdo no castrado, en un proceso que duró hasta 2001, pero en el que consiguió rebajar su sanción de cuatro a dos años. Entre sus retos se cuentan también la travesía entre Tenerife y Gran Canaria –un récord Guinness que ha superado con la travesía a Ibiza–, en Canarias, la del Canal de la Mancha, de la que ostenta la cuarta mejor marca de todos los tiempos, y el intento –frustrado– de atravesar el Lago Ness en 2004. No obstante, el currículum de Meca es amplísimo: no en vano, ha ganado 28 pruebas de la Copa del Mundo de larga distancia y en cuatro ocasiones –de 1998 a 2001–, además, terminó liderando la clasificación general. También adornan su palmarés diez medallas entre Mundiales y Europeos. Al margen de sus actividades profesionales, entre entrenamiento y entrenamiento –diez kilómetros diarios–, Meca se prodiga en acciones benéficas, pues colabora con una veintena de organizaciones no gubernamentales (ONG), tales como Unicef y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Intermón Oxfam y la ecologista Adena, entre otras.