RELACIONES EXTERIORES
Calma para los empresarios, pero habrá "cambios en las reglas del juego"
Por Antonio Pérez
3 min
España05-01-2006
Los empresarios españoles con intereses en Bolivia no tienen “nada que temer” tras la llegada de Evo Morales al poder. Ése ha sido el mensaje que ha querido enviar el líder cocalero durante su visita a España. Pero el mandatario también ha advertido que las cosas cambiarán cuando asuma la presidencia del país andino.
El presidente electo de Bolivia fue muy claro en su visita a España. Lo que su país necesita son “socios y empresarios privados y extranjeros, pero no dueños de los recursos”. Y, a pesar de que España es el tercer país que más invierte en Bolivia, Evo Morales pidió a las empresas españolas más compromiso y más inversiones. Esa fue la respuesta a las dudas planteadas por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que le trasladó la preocupación de algunas empresas españolas ante el cambio de rumbo de la política económica en Bolivia. Morales considera que “las empresas tienen derecho a una ganancia, pero en equilibrio”. Del mismo modo, manifestó que “todos apostamos por la seguridad jurídica, o la justicia jurídica como dicen algunos empresarios”, pero subrayó que “para garantizar esa seguridad tiene que haber justicia social”. Por eso tranquilizó a los empresarios asegurándoles que “no tienen nada que temer” porque es consciente de “la importancia que tiene una economía mixta”. Al mismo tiempo, advirtió que habrá “cambios en las reglas del juego”, precisando que eso no significa que el Gobierno boliviano confisque las inversiones realizadas. Además de reunirse con el jefe de la diplomacia española, Morales departió con el titular de Industria, José Montilla. El ministro también se sumó al intento de calmar a los empresarios españoles al asegurar que el líder boliviano “es consciente” del papel de las inversiones extranjeras y el desarrollo empresarial para crear empleos en su país. Durante su gira por España, Morales también participó en un almuerzo preparado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El vicepresidente de la asociación, Enrique de Aldama, expresó al futuro presidente el deseo por parte de los empresarios españoles de reforzar los lazos con Bolivia. En ese sentido, hizo hincapié en la disposición para colaborar en “la cooperación empresarial entre ambos países” y así “aprovechar la dilatada experiencia de la empresa española en Latinoamérica” como respaldo al “mayor desarrollo posible”de Bolivia. En esa reunión estuvieron presentes representantes de algunas de las empresas españolas con más peso en Bolivia como Iberdrola, Red Eléctrica de España, BBVA, el Grupo Prisa, Indra, Telefónica y Unión Española de Explosivos o la petrolera Repsol-YPF. Precisamente esta última adelantó que “se va a producir un fenómeno de reinversión” en el país ya que están dispuestos a aportar fondos para la ahondar en la industrialización de Bolivia. REPSOL, FUERA DE LA LISTA NEGRA Los empresarios estaban expectantes ante las afirmaciones de Morales, que tiene la intención de “ejercer el derecho de propiedad de todos los recursos naturales, forestal, mineral y gas natural” para acabar con las relaciones basadas en “el saqueo de los recursos” del país. En ese sentido, había afirmado que su Gobierno sería “radical” con las empresas que considera “contrabandistas” por no pagar impuestos y no cumplir con las leyes bolivianas. Por eso los responsables de Repsol respiraron tranquilos cuando afirmó que la petrolera española no se encontraba en esa lista negra. Por otra parte, el Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, también calmó los ánimos de los empresarios asegurando que sus intereses “serán compatibles” con los planes de Morales. Del mismo modo, apuntó al desarrollo económico y a la lucha contra la pobreza como garantías de estabilidad.