Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

RELACIONES EXTERIORES

Morales siembra tanto amigos como enemigos tras su primera visita a España

Fotografía
Por Mía MartínezTiempo de lectura3 min
España06-01-2006

En poco tiempo ha cambiado las grandes plantaciones cocaleras por las audiencias políticas. No obstante el líder indigenista boliviano, Evo Morales, recién elegido presidente de su país, sigue sembrando, en este caso seguidores o detractores, allá por donde va. Su primera gira internacional le ha llevado a España y su visita ha generado todo tipo de reacciones excepto una, la indiferencia.

Con este viaje Morales ha tratado de mejorar relaciones y ponerse al corriente de los asuntos que se mueven en el mundo real. Su indumentaria ha sido uno de los datos más comentados. El jersey a rayas que lució en España se ha mostrado en diferentes medios de comunicación como rasgo definitorio de su personalidad. Los detractores lo han tachado de “poco preparado” para su futuro, mientras que los generosos han asegurado que la humildad se traduce también en su vestimenta. Sin embargo Evo Morales, visitó España ajeno a toda crítica y con la cabeza muy alta tras su victoria en el país iberoamericano. Tras su visita el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero fue preguntado por las rayas de Morales en La Moncloa y La Zarzuela. Éste eludió comentar dicha circunstancia y afirmó que el futuro presidente boliviano es “una muy buena persona”. La deuda exterior que Bolivia tenía con España está perdonada, o eso es al menos es el compromiso firme al que Zapatero ha llegado con el nuevo presidente boliviano. Así una gran parte de los 99 millones que formaba el capital que el país debía a España será sustituido por planes de educación para la alfabetización de la población. Rodríguez Zapatero recibió a Morales en la Moncloa, donde el presidente electo reiteró el compromiso de nacionalizar los recursos naturales de su país, pero sin confiscar ni expulsar a las empresas extranjeras, siempre y cuando se ajusten a las leyes vigentes. “Todas las empresas tendrán derecho a recuperar su inversión y a tener ganancias por ella, pero Bolivia se tiene que beneficiar también de los frutos de sus recursos”, explicó Morales. El presidente del Gobierno no sólo ha llegado a un acuerdo con Morales sobre la deuda, sino que también ha decidido apoyar proyectos de modernización del sector agrario boliviano y crear una infraestructura de regadíos que abastezca a las pequeñas explotaciones del país. El líder indígena se mostró orgulloso ante la disposición de Zapatero para ayudarle a “abrir las puertas para entrar en Europa”, con el fin de pasar a ser “aliado y mediador” de Bolivia en organismos internacionales y Gobiernos extranjeros. Evo Morales tomará posesión de su cargo el próximo 22 de enero. En esta cita el boliviano será arropado por la presencia del Príncipe de Asturias, que encabezará la delegación española. De reunión en reunión En su primera visita oficial a España, el presidente electo comenzó su caminar con el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. En este encuentro, Moratinos le expresó el deseo español de ampliar la presencia empresarial y las inversiones españolas en Bolivia bajo su mandato y subrayó la importancia de "fortalecer la seguridad jurídica y la idea de negociación como fórmula ideal para resolver controversias". Morales también se reunió con el responsable de Industria, José Montilla, quien admitió que en Bolivia habrá "un cierto cambio en las reglas del juego". "Las relaciones entre España y Bolivia se pueden mejorar e incrementar en todos los ámbitos, especialmente en el económico y el comercial", aseguró Montilla. El líder indígena también tuvo tiempo para mantener una reunión con empresarios españoles, en la que se habló de reforzar la presencia española en el país amigo. Además el presidente electo del país iberoamericano mantuvo una conversación con el ex presidente del Gobierno, Felipe González. Para terminar la jornada Morales se encontró con el Rey Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela.