La primera visita de David Cameron a las tropas británicas destacadas en Afganistán se ha visto frustrada por el peligro a un atentado talibán. El primer ministro no ha podido visitar la base militar tal y como tenía previsto, pero ha podido reunirse con el presidente del país, Hamid Karzai.
Dos acciones independientes de los talibán en Afganistán y Pakistán han supuesto un duro golpe para las tropas de la OTAN desplegadas en esa parte del mundo, donde la batalla contra el fundamentalismo islámico se ha convertido en una guerra de guerrillas.
El nuevo primer ministro británico ha advertido a los ciudadanos de que su modo de vida se verá afectado durante los próximos años por el actual déficit público. David Cameron no ha tenido reparos a la hora de culpar del mal cálculo de la deuda estatal al anterior Gobierno laborista, tal y como hizo la semana pasada Hungría.