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El estado de movilización social impulsa la participación electoral hasta el 75 por ciento

Por Amalai CasadoTiempo de lectura2 min
España14-03-2004

El estado de conmoción generado por el atentado abrió paso al de indignación y a la movilización social pasional que trascendió hasta las urnas. La participación en las elecciones ascendió al 75 por ciento, mientras la fiscalía tenía sobre su mesa una denuncia del Partido Popular por una supuesta violación de la jornada de reflexión.

La movilización social protagonizaba las calles de toda España desde la manifestación contra los atentados celebrada el jueves. Continuó el viernes, al conocerse los últimos datos sobre la autoría del atentado: a través de mensajes sms a móviles, de Internet, y con el refuerzo de los medios de comunicación, la Puerta del Sol en Madrid adquirió la fisonomía de un 31 de diciembre cualquiera. 5.000 personas asistieron a la cita, que después se trasladaron hasta Atocha, donde se disolvió la manifestación. Algo similar sucedía en Barcelona y en muchos otros puntos de España. Santiago de Compostela, Bilbao, Sevilla, Valencia, Gijón, Valladolid, Almería, Zaragoza, Palma de Mallorca, Albacete, Logroño, Cáceres, Alicante, San Sebastián, Oviedo, Santa Cruz de Tenerife. Manifestaciones, espontáneas o no,–no se sabe de dónde surgió el primer impulso- han pasado parte de la noche coreando frases para la historia negra de España: “No estamos todos, faltan 200”, “Asesinos”, “Por vuestra culpa estamos de luto”, “Las guerras son vuestras, los muertos son nuestros”, “Éste es el precio del petróleo”, “Quién ha sido, mentirosos”, “Queremos saber antes de votar”. Frente a las sedes del Partido Popular también se concentraban decenas de personas coreando pintas la noche del sábado. Mariano Rajoy compareció ante los medios de comunicación solicitando por parte de la Junta electoral central una investigación sobre las manifestaciones que se sucedían en día de reflexión electoral, y que calificó de “ilegales y antidemocráticos actos de presión sobre las elecciones”. El portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, comparecía también ante los medios para acusar al Gobierno de haber ocultado información sobre la autoría del atentado a los ciudadanos. Y finalmente, compareció el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, solicitando al PSOE el cese de acusaciones “falsas”: “Es una falsedad, es falso que el Gobierno haya ocultado información, y el PSOE lo sabe”. La Junta electoral central se reunió con carácter de urgencia y confirmaba que las manifestaciones eran ilegales, acordando trasladar los hechos a la Fiscalía “por si pudieran ser constitutivos de delito”. Más de 34 millones y medio de españoles estaban convocados a las urnas. La inercia de un movimiento de participación y movilización social que había comenzado el pasado jueves tras los atentados, apoyada por el convencimiento de muchos españoles en que son los cauces democráticos los que deben canalizar la participación social, elevó el índice de participación electoral al 75 por ciento. El ascenso más pronunciado se produjo en Cataluña, donde la participación se incrementó, respecto a las elecciones de 2000, en un 8 por ciento. Los votantes catalanes apostaron por un fuerte apoyo a la fuerza republicana y nacionalista Ezquerra republicana, liderada por Lluis Carod Rovira, que ha conseguido 8 escaños –7 más que en 2000- y podrá formar en el Congreso grupo parlamentario propio.