ELECCIONES 14 M
La Guerra de Iraq pasa factura al PP y el PSOE gana las elecciones
Por Amalia Casado1 min
España14-03-2004
Un atentado inédito precedía a una jornada electoral inédita en la historia de España de la que salía victorioso el Partido Socialista. El recuerdo de la guerra de Iraq avivado por el sangriento atentado del 11 M provocaba una movilización social que apuntilló la tendencia ascendente del PSOE hasta la victoria en la meta final con 164 escaños que obligarán al socialismo a pactar con, al menos, otras dos fuerzas políticas.
Mariano Rajoy, con 148 escaños –34 escaños menos que en 2000-, asumía con elegancia, en nombre de l Partido Popular, que José Luis Rodríguez Zapatero se había hecho “acreedor de la confianza del electorado”, resumía los éxitos del Gobierno del Partido Popular y reafirmaba su confianza en el proyecto presentado para estas elecciones. Escenificó así la entrega del relevo al PSOE: dejamos el Gobierno “con las manos limpias y las cuentas claras” y cerraba su comparecencia, flanqueado por Rodrigo Rato y José María Aznar, expresando su lealtad al rey y a la Corona, símbolo de la unidad y la permanencia de España. José Luis Rodríguez Zapatero comparecía victorioso, poco después, con sus 164 escaños, solicitando un minuto de silencio por las víctimas del atentado del 11 M. Su prioridad, afirmaba, será “combatir toda forma de terrorismo”. Tendió una mano a Rajoy y ofreció un Gobierno “del cambio tranquilo”, un gobierno para todos guiándose en todo momento por los principios de la Constitución. Los resultados electorales de una jornada electoral en la que ha habido un índice del 75 por ciento de participación han hecho perder escaños a Izquierda Unida (de 8 a 5), Coalición Canaria (de 4 a 3), BNG (de 3 a 2) y a Convergencia i Unió (de 15 a 10); incorporan al Congreso a una nueva fuerza política nacionalista navarra –Na-bai-, con un escaño, y han proporcionado a Esquerra Republicana un aumento de 1 a 8 escaños que le permitirán formar grupo parlamentario propio. El Partido Nacionalista Vasco es la única fuerza política que mantiene los mismos 7 escaños obtenidos en las elecciones de 2000. Zapatero necesitará el apoyo de alguna de estas fuerzas políticas –IU y ERC, por ejemplo, o CC y CiU- para poder ser investido presidente, a falta de 12 escaños para la mayoría absoluta.