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La Constitución establece al islamismo como la religión oficial del Estado

Por Chema GarcíaTiempo de lectura2 min
Internacional14-03-2004

La Constitución provisional iraquí firmada a principios de la semana pasada después de dos retrasos, está compuesta por unos sesenta artículos, divididos en nueve capítulos. Según sus propios autores, el Consejo de gobierno transitorio, garantiza las libertades fundamentales y los derechos de la mujer.

En este sentido, uno de los artículos de la Carta Magna garantiza especialmente la libertad de culto, de pensamiento y de palabra. El árabe y el kurdo serán las dos lenguas oficiales, pero las minorías (una variante del sirio y el turco) podrán hacer uso de sus lenguas respectivas en las escuelas. El texto acordado estará en vigor desde el próximo 30 de junio -fecha en la que EE.UU. tiene previsto traspasar el poder a los iraquíes-, hasta el momento en que tengan lugar las elecciones generales, “si es posible, antes del 31 de diciembre de 2004, y en su caso, no más tarde del 31 de enero de 2005”, según lo recogido en la Ley Fundamental. La nueva Carta Magna no tiene carácter vinculante respecto a la futura Constitución que será elaborada por la Asamblea provisional, surgida de las legislativas, esto es: los principios recogidos en el texto firmado la semana pasada, podrían ser cambiados en su totalidad o en alguna de sus partes, si así lo estiman oportuno los responsables. Ya desde su preámbulo, la Constitución provisional recuerda que pretende restablecer la libertad del pueblo iraquí “usurpada por el antiguo régimen dictatorial”. Uno de los puntos más destacados de la Ley Fundamental es el referente al lugar del Islam en el país, uno de los artículos afirma que “el Islam es la religión oficial del Estado y una fuente de la legislación”. “Esta Constitución respeta la identidad islámica de la mayoría de la población iraquí, garantizando la libertad total de las otras religiones así como sus correspondientes prácticas religiosas”, señala el texto. En lo que se refiere al Kurdistán, que tantos problemas dio al anterior régimen, mantendrá un estatuto autónomo y continuará siendo administrado por los kurdos, que desde la Guerra del Golfo de 1991 gestionaban autónomamente el noreste del país. Para ello, las milicias locales, los conocidos como “peshmergas”, serán los encargados de garantizar la seguridad hasta que el gobierno elegido decida la amplitud y la modalidad de la autonomía misma. La Constitución provisional establece que Iraq tendrá un único presidente y dos vicepresidentes. A pesar de ello, la elección del máximo mandatario dependerá de la naturaleza del Estado (presidencial o parlamentario), que todavía no ha sido decidido. El gobierno, al que la Coalición aliada transferirá los poderes el 30 de junio, preparará las elecciones generales a la Asamblea nacional transitoria, que redactará una Constitución permanente de aquí al 15 de agosto de 2005. El texto será sometido a un referéndum antes del 15 de octubre. Otro escrutinio directo para renovar la Asamblea tendrá lugar el 15 de diciembre del mismo año. Finalmente, el texto tiene como objetivo alcanzar una cuota del 25 por ciento de representación femenina en la futura Asamblea parlamentaria. Para ello, pone un veto genérico a la discriminación contra las mujeres aunque no garantiza explícitamente la igualdad entre hombres y mujeres en materia de divorcio y de herencia, tal y como ha denunciado organizaciones humanitarias como “Human Rights Watch”.