MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Dimiten los directivos de la BBC por el ‘caso Kelly’
Por Arantxa Orusco2 min
Comunicación01-02-2004
Desde que la guerra de Iraq estalla, todos los medios de comunicación del mundo se hacína eco de la razon por la cual los aliados, Estados unidos, Reino Unido y España se unían una guerra para descubrir las armas de destrucción masiva que supuestamente el régimen iraquí poseía.
El caso Kelly tan polémico como trágico sorprendía a la opinión pública. El periodista de la BBC, cadena pública inglesa, Andrew Gilligan acusaba en el boletín de radio 4 de BBC al Gobierno inglés de exagerar un informe sobre la existencia de las armas de destrucción masivas que Irak poseía para justificar una guerra contra el régimen de Sadam Hussein. El documento periodístico significaba una grana exclusiva, ya que contaba con reveladores datos que comprometían seriamente al gobierno de Tony Blair y llegaba a suponer casi una cuestión de estado. La repentina y misteriosa muerte de la posible fuente del periodista, David Kelly, sumía a la política inglesa en una grave crisis ya que se cuestionaba la veracidad del informe. Según informaba la BBC el documento era exagerado por presiones políticas por el Comité de Inteligencia para justificar una guerra para muchos, sobre todo la opinión pública innecesaria. Desde ese momento el caso del suceso Kelly saltaba a las primera páginas de todos los diarios del mundo, y David Kelly, asesor gubernamental y reconocido experto en armas químicas se situaba en el punto de mira por haber sido el que filtrara dicha información al periodista. El caso era puesto en manos de la justicia y hasta el propio Tony Blair comparecía ente el juez Hutton afirmando que el informe no estaba exagerado y que de conocer la manipulación de éste hubiese dimitido en ese mismo momento. Antes de que se produjese la muerte de David Kelly, era sometido a un interrogatorio por el Comité de Exteriores para averiguar si era él el que había filtrado la noticia al periodista. El polìtico reconocía haber hablado con Gilligan pero negaba ser su fuente principal. La presión moral y mediático a la que se vió sometido Kelly acabó con su vida, ya que era encontrado muerto a 8 kilómetros de su casa. Ahora salen a la luz las conclusiones del caso Kelly, en el que Tony Blair y el Gobierno salen indemnes y el medio de comunicación es acusado de carecer de controles editoriales en sus informaciones, pese a que como declaraba el periodista que informaba de la posible exageración del documento, sus fuentes fueron claramente contrastadas y en ningún momento su información fue manipulada. Ante la sentencia de la Justicia, el presidente de la BBC , Gavyn Gavies y el director general, Grez Dyke, dimitían de su cargo y con él el mayor implicado en el caso junto al malogrado Kelly, el periodista Andrew Gilligan. De esta forma los siempre culpables en este tipo de casos, los medios de comunicación salen perdiendo en una dura batalla sobre la libertad de expresión y el Gobierno en este caso sobre todo el polémico asesor de comunicación del Gobierno, Alastair Campbell y el ministro de defensa Geoff Hoon junto a todo el ejecutivo no tienen responsabilidad alguna sobre un informe que nunca sabremos si fue manipulado o no para declarar una guerra contra Iraq.