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El Vaticano acusa a las grandes farmacéuticas de genocidio

Por Alfredo López ZamoraTiempo de lectura2 min
Sociedad30-01-2004

Tres millones de personas murieron a causa del sida en 2002 y alrededor de 42 millones fueron contagiadas en todo el mundo. Sólo en África hay 11 millones de niños huérfanos por la muerte de sus padres como consecuencia del VIH. Estos datos, ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), han llevado al Vaticano a denunciar a las multinacionales farmacéuticas de "genocidio" por los elevados precios de los medicamentos contra esta enfermedad que avocan a esta crítica situación.

El mensaje del Papa Juan Pablo II para la Cuaresma 2004 se dedica este año a los niños que se ven "profundamente heridos por la violencia de los adultos". Entre estas violencias destacó "los abusos sexuales, la iniciación a la prostitución, el empleo en tráficos ilegales y el consumo de drogas". Más de dos millones de niños en el mundo sufren de sida, jóvenes "que llevan ya en sí la semilla de la muerte" porque no tendrán recursos económicos para acceder a los medicamentos que combatan su enfermedad. El Vaticano pidió presión internacional para obtener una baja de los precios de los medicamentos contra el sida y acusó a la industria farmacéutica mundial de "genocidio". Según Naciones Unidas sólo 800.000 de los 40 millones de enfermos de sida recibieron medicinas en 2002, del que el 62 por ciento de las personas tratadas viven en países ricos. "Para frenar la masacre del sida, un flagelo que en África está causando millones de víctimas, es necesario que las medicinas tengan precios menos elevados", afirmó el Arzobispo alemán Josef Cordes, presidente del Pontificio Consejo Cor Unum. El Vaticano calcula que en 2002 la industria farmacéutica ganó 517 mil millones de dólares con los enfermos de sida, cifras escalofriantes ante el crítico panorama de la enfermedad. "Los niños mueren porque no tienen medicinas. Es necesario ejercer presión pública para conseguir que se bajen los precios. La Santa Sede lucha por el uso libre de las patentes para producirlas, actualmente en monopolio de las multinacionales farmacéuticas", matizó Josef Cordes. El jesuita americano D´Agostino, que dirige un hospital en Kenya, afirmó que "en Europa y América del Norte la enfermedad del sida es cada vez menos mortal y cada vez más crónica, mientras que en Kenia, por ejemplo, mueren 400 personas al día". Esta situación es consecuencia de "la acción genocida de los carteles farmacéuticos, que se niegan a hacer los precios razonables. Es un asunto moral que demuestra la falta de conciencia moral de estas empresas capitalistas que podrían fácilmente salvar las vidas de 25 millones de personas infectadas con el virus del sida en África sub sahariana". Paralelamente a esta situación la Iglesia se mantiene firme ante la idea de que la única forma moralmente legítima para combatir el sida es la castidad matrimonial. La OMS y algunos sectores de la misma Iglesia Católica han criticado fuertemente esta oposición tajante ante el uso de preservativos.