Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

SUDAMÉRICA

Lula y Kirchner fijan su postura internacional común en el Consenso de Buenos Aires

Por Gema DiegoTiempo de lectura1 min
Economía19-10-2003

Puede ser interpretado como una contestación al Consenso de Washington o como una declaración de principios, pero el caso es que el Consenso de Buenos Aires servirá de guía a Argentina y Brasil para coordinar su política económica exterior durante los próximos años.

A un mes de la conferencia ministerial del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que tendrá lugar en Miami, los presidentes de Brasil y Argentina, Luiz Inacio Lula da Silva y Néstor Kirchner, han unificado posturas. Los dos mandatarios han firmado el Consenso de Buenos Aires, un programa de 20 puntos que tiene como objetivo la “creación de riqueza y puestos de trabajo” y “la reducción de la pobreza”. Todo esto por encima de la obligación de devolver la deuda externa. El Consenso de Buenos Aires se opone así al de Washington, de corte neoliberal, que recomendaba la desregulación de la economía, y que ha regido las políticas de los gobiernos sudamericanos durante la pasada década. El nuevo acuerdo vuelve a juntar a Lula y Kirchner, cuya relación se había enfriado desde las últimas negociaciones entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El Consenso de Buenos Aires apuesta por el Mercosur, por “tener iniciativas propias, y por “preocuparse por los millones de hombres, mujeres y niños de Argentina y Brasil que hoy pasan hambre”, según Lula. Los dos líderes quieren que su opinión pese más a la hora de negociar con los países desarrollados, para lo cual quieren hacer causa común con Paraguay y Uruguay en el caso del Mercosur. En palabras de Kirchner: “Nuestras generaciones futuras no se van a avergonzar de nosotros por no haber llevado adelante el proceso integrador por causa de mezquindades personales”. Asimismo, Lula y Kirchner han suscrito una declaración conjunta sobre el agua y la pobreza y un acuerdo para simplificar documentos públicos, y han decidido crear una comisión para evaluar el comercio entre los dos países.