CONFLICTO DE IRAK
Los españoles aúnan sus voces: "No a la guerra”
Manifestación en Madrid contra la guerra en Irak
Por Noelia Hernández Martín2 min
España15-02-2003
Políticos, dirigentes sindicales, actores, destacados representantes de todos los sectores sociales y ante todo, ciudadanos. Muchos españoles salieron a la calle el pasado sábado al margen de las siglas de los partidos políticos para tomar juntos una misma dirección: la paz.
Bebés, adolescentes, jóvenes, mayores o ancianos. La edad no fue un impedimento para que muchos españoles ejercieran su derecho a manifestarse en contra de una intervención armada contra Irak, que apoya el presidente del Gobierno, José María Aznar. Apenas un cuarto de hora antes de que comenzase la manifestación, el recorrido previsto y todas las avenidas principales que le rodeaban estaban ya completamente ocupadas. En el itinerario marcado no cabía un alfiler. Más de un millón de personas (660.000, según la policía) se concentraron en el centro de la capital. La gran afluencia de público, que desbordó cualquier previsión, provocó que los convocantes se desplazaran directamente a la Puerta del Sol. El cineasta Pedro Almodóvar; la actriz Leonor Watling y el actor, escritor, director y dramaturgo Fernando Fernán Gómez, leyeron un manifiesto de la Plataforma Contra la Guerra. Almodóvar aseguró que "la amenaza de esta guerra y la desinformación ocultan que Irak es hoy un país hundido en la miseria". "Controlar el suministro petrolífero del mundo industrializado e imponer la inserción económica de Israel en Oriente Medio y, con ésta, la del conjunto de la región en una economía mundializada" son las razones de una guerra "injustificada" según Watling. Ríos de gente inundaron también el centro de la capital catalana. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, destacó que la ciudad ha protagonizado la "concentración más grande de la historia de Cataluña". Las voces antibelicistas se oyeron también en Valencia, Zaragoza, País Vasco, Oviedo, Vigo, Las Palmas, Murcia, Andalucía o Castilla y León. Mientras los españoles unían sus voces contra la guerra, Aznar aseguraba al periódico ABC que es perfectamente consciente del estado de la opinión pública. “Yo intento, en la medida de mis posibilidades, explicar a los españoles el punto de vista del Gobierno. Quiero que comprendan que posiciones como las que estamos defendiendo pueden no ser cómodas, pueden no ser fáciles de trasladar, pero la obligación de un gobierno consiste en asumir sus responsabilidades y ser coherente con el interés nacional".