ESTADOS UNIDOS
El antiterrorismo afecta la vida diaria estadounidense
Por Salva Martínez Más
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Internacional16-02-2003
El consumo de útiles de primera necesidad se ha disparado en la capital estadounidense. Las conservas de la empresa Long Live Depot son un claro ejemplo de ello. Su volumen de negocia ha aumentado en un 100 por ciento, ahora ganan el doble.
Los responsables de este consumo de artículos son ciertas medidas promovidas por el Gobierno. La semana pasada el país pasó a estar en color naranja, es decir, en la escala de situaciones de riesgo de atentados masivos medida en cinco colores, el naranja ocupa el cuarto lugar, debajo del más alto que, como no podía ser otro, es el color rojo. Otras medidas de seguridad que explican este comportamiento son: las recomendaciones del departamento de Seguridad Nacional, entre las que figuran hacer acopio de cinta adhesiva para el posible aislamiento de una habitación en caso de ataque biológico, proteger edificios con la instalación de baterías misiles antiaéreos a la vista de los ciudadanos... En Washington comienza a escasear el agua embotellada. En la capital de Reino Unido, Londres, la situación es sólo comparable en lo que respecta a la intensificación de las medidas de determinadas zonas. En el aeropuerto de Heathrow, en Londres, y en el de Manchester las patrullas de soldados llevan una semana haciendo guardias. Junto con los 1.700 agentes suplementarios repartidos en los aeropuertos, las labores de seguridad han aumentado. Pero por el momento, sólo han sido eficaces en el arresto sucedido el pasado jueves, cuando un ciudadano con pasaporte de Venezuela fue detenido por llevar en su equipaje una granada de mano. Desde la Cámara de los Comunes se pide a la población que esté “alerta” pero sin “alarmarse”, así lo expresó el ministro británico del Interior, David Blunkett.