IRAK
Los inspectores piden más tiempo porque "no hay pruebas" de que Irak tenga armas prohibidas
Por Txema García
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Internacional16-02-2003
Los jefes de misión de la ONU para la Inspección, Control y Verificación del desarme de Irak (Unmovic), el sueco Hans Blix y el egipcio Mohamed El Baradei, aseguraron el pasado viernes ante el Consejo de Seguridad que después de centenares de inspecciones durante casi tres meses no han encontrado pruebas sobre la existencia de arsenales de destrucción masiva.
En la presentación de un nuevo informe de sus investigaciones, Blix y El Baradei, señalaron que no hay evidencias de programas activos de armas de destrucción masiva y pidieron más tiempo para seguir con su trabajo, ya que, según dijo el propio responsable sueco “el periodo de desarme podría ser corto si existe cooperación por parte de Irak”. Pese a ello, los jefes de los inspectores, reconocieron que Bagdad ha incumplido algunas resoluciones sobre el alcance de cierto tipo de misiles, en referencia al hecho de que los proyectiles Al Samud-2 hayan mostrado en pruebas tener un alcance superior en 40 kilómetros al límite de 150 kilómetros establecido por la ONU para los cohetes iraquíes. Asimismo, afirmaron que aún desconocen el paradero de importantes cantidades de armas químicas y biológicas antiguas; y lamentaron que la cooperación iraquí no sea lo “inmediata, activa e incondicional” que desearían. Pese a ello, Hans Blix recordó que, últimamente, el régimen de Sadam Husein no ha puesto trabas a los inspectores y que ha comenzado a colaborar más estrechamente con ellos. A juicio de ambos responsables, una muestra del nuevo talan1te de las autoridades iraquíes se encuentra en la aceptación por parte de Bagdad de la última de las exigencias de los inspectores de desarme que le faltaba por cumplir: la promulgación de una ley para prohibir la importación o construcción de armamento de destrucción masiva. Precisamente, el presidente iraquí, Sadam Husein, aprobó una ley horas antes de la comparecencia de los jefes de los inspectores ante el Consejo de Seguridad de la ONU, por la cual “se prohíbe a cualquier ciudadano o empresa iraquí la importación de todo tipo de elementos o materiales susceptibles de ser empleados en la fabricación de armamento de destrucción masiva, ya sea nuclear, químico o bacteriológico”. La medida, “de aplicación inmediata” y con “graves sanciones” para quienes la incumplan, fue calificada como “un paso en el camino adecuado” por Blix y El Baradei. La promulgación de esta ley, la autorización de los vuelos de inspección de los aviones espía U-2 y el permiso para que los inspectores entrevisten en privado a los científicos iraquíes eran las tres principales exigencias que los expertos de la Unmovic habían presentado y que el régimen iraquí ha aceptado. Finalmente, Blix puso en duda las “pruebas” presentadas por Washington que demostrarían que Husein esconde armas de destrucción masiva. En este sentido, señaló que no tienen ningún indicio de que lo iraquíes estuvieran informados con anterioridad de los lugares inspeccionados, lo que les habría permitido, tal y como asegura EE.UU., retirar o esconder armamento de destrucción masiva de las instalaciones, antes de que fueran visitadas. También rebatió el jefe inspector la supuesta prueba presentada por el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, -basada en una foto en la que aparecían camiones- de que los iraquíes movían material prohibido. Blix puso énfasis en que estos movimientos no tenían que estar relacionados con armas de destrucción masiva, sino que podían ser armas convencionales.