LUCHA ANTITERRORISTA
Batasuna y el Gobierno vasco comparten su rechazo a las acciones judiciales
Por Elena Gómez
3 min
España20-12-2007
La Audiencia Nacional hizo públicas las condenas para 47 de los 52 procesados por el caso Ekin, algunos de ellos considerados como jefes y lugartenientes de la trama. Tres de los condenados, Miguel Ángel Zuloaga, Inmaculada Berriozábal y Nekane Txapartegi, se encuentran en paradero desconocido.
La resolución, por tanto, crea un precedente jurídico y constituye un auténtico aviso a navegantes para otras causas abiertas contra el complejo etarra, como los casos Egunkariak, Udalbiltza, Gestoras pro Amnistía o Batasuna, “herriko tabernas”. Esto supone, al mismo tiempo, expresa voluntad por parte de la Justicia de dar continuidad a los recientes golpes asestados a las tramas de ETA en España, como la detención e ingreso en prisión de la mayoría de los miembros de la mesa nacional de Batasuna, ordenada por el juez Baltasar Garzón para evitar la reorganización de un partido ilegal. Desmantelada parte de la ETA asentada en España, la sentencia impone elevadas condenas a sus jefes y “lugartenientes”. La mayor pena recae en el ex director del Consejo de Administración de ¬Egin¬ y antiguo dirigente de Batasuna y de KAS, José Luis Elkoro, condenado a 24 años de prisión, 16 de ellos por integración en organización terrorista, cuatro por fraude a la Seguridad Social y otros cuatro por insolvencia punible con fines terroristas. La sentencia condena a 158 años de prisión a once integrantes de organización terrorista en calidad de dirigentes, entre los que se encuentran el responsable nacional de Ekin, sucesora de KAS, Xabier Alegría, el abogado Txema Matanzas y la responsable de Comunicación de XAKI, Elena Beloki. Asimismo, 20 acusados son condenados a 227 años de cárcel por integración en organización terrorista, otros 14 cumplirán 132 años de prisión por colaboración con banda armada y dos más cumplirán ocho años por insolvencia punible con el fin de beneficiar a organización terrorista. Los cinco acusados restantes fueron absueltos de los delitos que se les imputaban. Pero ante esta decisión de la Audiencia Nacional ha surgido la crispación por parte de la izquierda abertzale. Así, Pernando Barrena, el único portavoz de la Mesa Nacional de Batasuna que, a estas alturas, aún no ha sido encarcelado, lanzó un doble mensaje después de que el juez Garzón enviara a prisión a la portavoz “abertzale” Marije Fullaondo. Así, Barrena advirtió que es momento de “fijar una clara línea roja” en lo que se refiere a los “ataques contra Euskal Herria”. Así, el portavoz de Mesa Nacional amenazó con una respuesta proporcionada para lo que realizó un llamamiento a los vascos para “responder políticamente” a “la guerra declarada” por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero a la izquierda abertzale, “abriendo las puertas a la independencia”. Además, afirmó que el Ejecutivo socialista ha dado “carta verde” al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para que, junto al director general de la Policía y de la Guardia Civil, Joan Mesquida, “dirija la lucha contra la capacidad política abertzale”. ”ENCARCELAR IDEAS” Por su parte, el Gobierno vasco no tuvo problema para censurar la sentencia que condena a 525 años de cárcel a 47 de los 52 encausados en el macro proceso contra el entorno de ETA. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró que la resolución “no tiene base jurídica” y en una declaración institucional leída por el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), denunció el carácter político de una resolución que “encarcela ideas” e instaura el “delito de opinión”. Aunque el Ejecutivo de Vitoria lleva meses de constante crítica al “impulso político” que domina la justicia, dio un paso más en su abierto enfrentamiento con los tribunales. Durante una comparecencia convocada con urgencia, el consejero Azkarraga acusó a la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de “herir a la democracia” con una sentencia adoptada “sin suficientes elementos de prueba” y sobre la base de informes policiales no contrastados.