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ALTO EL FUEGO

El PSE, respaldado por Zapatero, tiende la mano a Batasuna

Fotografía
Por Antonio PérezTiempo de lectura3 min
España04-06-2006

Patxi López, el líder de los socialistas vascos, se ha ofrecido a hablar con Batasuna. Esta decisión ha contado con el visto bueno del Gobierno y el apoyo explícito del presidente Zapatero, pero el paso al frente del PSE ha desatado la ruptura del frágil pacto entre los socialistas y los populares.

Aquello que suelen decir las madres a los niños que protestan con frecuencia, aquel típico “calladito estás más guapo” fue la máxima que reinó durante el pasado Debate sobre el Estado de la Nación. A pesar de que el proceso de paz en el País Vasco es uno de los asuntos que más preocupa a los españoles, tanto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, como el líder de la oposición, Mariano Rajoy, evitaron hacer alusiones al tema en el Congreso. Rajoy inició su discurso asegurando que el Gobierno era el responsable de dirigir “la política antiterrorista”, algo que suponía toda una declaración de intenciones y de lealtad al Ejecutivo. Esa actuación le valió, de hecho, algunas críticas dentro de su partido, que esperaban un tono más crítico con el Ejecutivo. Por otra parte, Zapatero también obvió el fin de ETA, a excepción de algunas referencias sobre la necesidad de cohesión de las fuerzas políticas y la esperanza en el futuro. La caballerosidad representada por ambos en la Cámara y la convivencia pacífica entre los dos grandes partidos nacionales duró apenas algunas horas. El tiempo para que el Partido Socialista de Euskadi (PSE), decidiera hacer público un paso al frente. Tras el Debate, Patxi López, máximo representante de los socialistas vascos, declaró que estaba dispuesto a sentarse junto a Batasuna para hablar de paz y aseguró que la formación ilegalizada suponía un “interlocutor imprescindible” para culminar con éxito el fin del terrorismo. En la práctica, esa decisión supondría el inicio de contactos políticos con una organización que ha sido declarada ilegal por la Justicia. El propio presidente, que conocía la decisión de sus compañeros de partido, respaldó su postura como una invitación a la búsqueda de soluciones. Algo que chocaría frontalmente con la idea de “primero la paz, después la política” que mantuvo tras el alto el fuego permanente de ETA. Este cambio de opinión podría suponer una tabla de salvación ante la dificultad para continuar con el proceso advertida por los miembros de Batasuna. Desde el entorno abertzale se habían venido realizando continuas alusiones a los obstáculos que hacían peligrar el proceso de paz en los últimos días. Las citaciones de los máximos responsables de Batasuna ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y la posibilidad de que algunos de ellos fueran ingresados en prisión hacía peligrar la marcha del proceso. Después de que Grande-Marlaska les dejara en libertad y tras el movimiento de López, el portavoz de la formación, Arnaldo Otegi, en tan sólo unos días, ha pasado de ver peligrar el proceso a afirmar que la situación está “mucho mejor” tras el compromiso de los socialistas. En este sentido, sería posible que Batasuna iniciase en los próximos días los trámites necesarios para actuar como un partido legal dentro de la la Ley de Partidos –lo que le obligaría a condenar la violencia y a utilizar las vías democráticas para expresar sus opiniones- . Algo que han vendido altos dirigentes del PSOE como el ministro de interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.