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BALONMANO

El Valladolid cuajó una Copa del Rey ¬redonda¬

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes14-05-2006

El Balonmano Valladolid se resarció de las dos finales que ha perdido esta temporada y sacó toda su casta para revalidar el título en la Copa del Rey. Los hombres de Juan Carlos Pastor demostraron su competitividad en las eliminatorias de un solo partido y doblegaron en la final al poderoso Ciudad Real. La Copa almeriense dejó, además, la confirmación del flojo final de temporada del San Antonio, que no pudo pasar de cuartos de final.

Desde 1998, ningún equipo encadenaba dos victorias consecutivas en la Copa del Rey. El Valladolid lo consiguió por todo lo alto. No en vano, en el camino dejó a tres de los mejores equipos de la liga: primero el Ademar de León, después al Barcelona y, por último, en una final apasionante, al Ciudad Real. Los pucelanos tuvieron en Chema Rodríguez a un guía magistral, que supo imprimir en cada momento el ritmo necesario. Los manchegos no pudieron sacar provecho de su mayor profundidad de banquillo, pues la mayoría de sus estrellas estuvieron ausentes. Con tal panorama, la figura del lateral derecho Eric Gull emergió para acaparar el protagonismo. El argentino vio reconocida su buena temporada: su capacidad para marcar resultó decisiva en la final; de hecho, recibió el trofeo de jugador más valioso tras anotar 28 goles en tres partidos, a pesar de que el serbio Arpad Sterbik fue elegido mejor guardameta del torneo. En el aspecto táctico, Talant Dujshebaev –ayudado por un ex jugador del Valladolid, Raúl González– perdió la partida contra Juan Carlos Pastor, que no se resignó tras las derrotas en la final de la Supercopa española y de la Recopa. Las semifinales dejaron constancia de la soltura con que los vallisoletanos se desenvuelven en los torneos cortos. El Valladolid se aprovechó de un Barcelona más centrado en amarrar el título de liga, en un partido en que Gull hizo estragos y Xesco Espar no supo encontrar soluciones a una defensa impecable en los laterales. El Aragón, muy digno, estuvo a un paso de hacer saltar el sorpresón del torneo, pues tuvo contra las cuerdas al flamante campeón de Europa. No obstante, a los zaragozanos les faltó consistencia, experiencia y un poco de suerte, que sí tuvo un Ciudad Real más entonado en los minutos finales. En cuartos de final el San Antonio se topó con la posibilidad de tomarse una pequeña revancha de la humillación sufrida en la reciente final de la Liga de Campeones. Los navarros, a pesar de sus numerosas bajas, dejaron una mejor imagen y demostraron que pueden competir al mismo nivel, pero no consiguieron vencer: la prórroga dejó en evidencia la veteranía de los hombres de Zupo Equisoain, más nerviosos de lo que debieran. El Valladolid, en tanto, dio un paso más en su afán por desbancar al Ademar como alternativa a los tres grandes y doblegó con autoridad a los de Manolo Cadenas. Barcelona y Aragón cumplieron con lo esperado contra dos rivales de menor entidad, el Granollers y el Almería, cuya condición de anfitrión no le sirvió de nada.