Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

FÚTBOL

Los equipos italianos decepcionaron en la UEFA

Por Jesús RosellTiempo de lectura3 min
Deportes10-05-2006

Pese a no partir como favorito, el Sevilla se reveló como justo vencedor de una edición de la Copa de la UEFA en la que apenas hubo muchas sorpresas más, salvo el descalabro de los equipos italianos. El alto nivel mostrado por los equipos constató el salto de calidad del torneo, cada vez más importante.

La Copa de la UEFA, en la final de los novatos, vio al Sevilla levantar su primer título continental en más de cien años de historia. Empero, al margen del triunfo sevillano, la participación española vio al Osasuna caer eliminado en la primera ronda, al Espanyol en la tercera eliminatoria y el Betis en octavos de final. La competición ha deparado numerosas sorpresas. Por un lado, en cuanto a equipos de los que se esperaba mucho, pero que no dieron la talla en los momentos clave. Decepcionó el Sporting de Lisboa, finalista en la edición anterior, que no logró pasar de la primera ronda, al caer eliminado por el modesto Halmstads sueco. Idéntica suerte corrieron equipos de renombre como el Galatasaray, Bayer Leverkusen, Feyenoord y Everton, que ni siquiera se clasificaron para la fase liguilla. En la fase de grupos se produjo otra eliminación sorprendente: la del vigente campeón, el CSKA de Moscú. Los rusos, pese a no tener en su grupo rivales muy difíciles a priori, se quedaron compuestos y con una sola victoria. Tampoco el Sampdoria, un histórico, pudo evitar irse con la sensación de fracaso. Sevilla y Espanyol pelearon por el liderato en sus grupos, mientras que otros equipos no hallaron excesivas dificultades. En la tercera ronda entraron en juego los eliminados de la primera fase de la Liga de Campeones, entre ellos el Betis. El Espanyol, inmerso más en sus problemas en la Liga y con la propia directiva –que estuvo a un paso de cesar a Miguel Ángel Lotina–, no pudo contra un Schalke muy superior, comandado por un extraordinario Casio de Souza, Lincoln. El Sevilla no tuvo problemas en apear al Lokomotiv de Moscú, mientras que los verdiblancos tuvieron que sudar para ganarse el pase a octavos, en la prórroga, contra el Alkmaar de Louis van Gaal. En general valió el ser favorito, excepción hecha del Stuttgart alemán, que cayeron eliminados por los pelos por el Middlesbrough. La emoción iba aumentando cada vez más y las eliminatorias se igualaban. Así, las sorpresas se multiplicaron en los octavos de final. Los equipos italianos –los que más veces han alzado la Copa de la UEFA, nueve en total– salieron trasquilados, pues los cuatro representantes transalpinos quedaron apeados. Tampoco le fue bien al Betis, que volvió a dar la de arena contra un rival en teoría accesible, el Steaua de Bucarest. Una goleada en casa dejó listos de papeles y pensando en la permanencia liguera a los de Heliópolis. Su enemigo histórico, en tanto, logró remontar al Lille para lograr, por primera vez en su historia, el pase a cuartos. El siguiente rival de los andaluces volvió a ser el Zenit ruso –al que ya se enfrentaron en la liguilla–, que apenas puso en aprietos a los de Juande Ramos, muy superiores en la eliminatoria. El Middlesbrough tuvo que apelar a la épica contra el Basilea, mientras que el Schalke se postulaba como gran favorito al título. Las semifinales se caracterizaron por una tremenda igualdad: el Middlesbrough tuvo que remontar cuatro goles para deshacerse de un Steaua que ansiaba celebrar a lo grande el vigésimo aniversario de la Copa de Europa, que precisamente ganó en Sevilla, y acabó vituperado por su presidente. El Sevilla, en cambio, necesitó de la prórroga para deshacerse del Schalke, con un histórico gol del canterano Antonio Puerta, pero confirmó una racha victoriosa imparable, que continuó en la final de Eindhoven.