Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

BALONMANO

Rusia ¬arrasa¬ en el Mundial femenino

Por Alejandro G. NietoTiempo de lectura2 min
Deportes18-12-2005

Rusia se alzó con su quinto título mundial, el segundo desde la escisión de la Unión Soviética (URSS), y lo hizo en San Petersburgo. Las rusas acabaron con la imbatibilidad de las sorprendentes rumanas en la final y finalizaron el torneo con un saldo impecable: diez triunfos en otros tantos partidos. El bronce lo consiguió Hungría tras doblegar a la actual campeona olímpica, Dinamarca.

El nuevo técnico rumano Gheorge Tadici, logró devolver la ilusión a un conjunto, que culminó un espléndido torneo al alcanzar su primera final desde 1973, cuando perdió contra Yugoslavia. Sin embargo, el equipo dirigido por Eugeny Trefilov pronto puso fin a sus sueños: un parcial de 6-1 en los primeros minutos le dio a las rusas una ventaja de cinco goles que se mantuvo e incluso aumentó. Pese a los intentos de Valentina Ardean, que marcó siete goles, la variedad de ataques de Tadici no funcionó ante la solidez defensiva de las campeonas. Liudmila Postnova se erigió en la protagonista del triunfo, por 28-23, al lograr siete tantos. Rusia se ha mostrado como un equipo muy completo que destaca la enorme calidad de sus jugadoras y la profundidad de su banquillo. La movilidad en ataque y la visión para el pase de Irina Poltoratskaya, que conectaba constantemente con la pívot Liudmila Bodnieva, se convirtieron en sus mejores armas a lo largo del campeonato. En el partido por el bronce, las húngaras se vengaron de la final olímpica de Sídney, en la que las danesas consiguieron el oro, y obtuvieron la medalla con su victoria por 30-27. El conjunto entrenado por Andras Nemeth tuvo que remontar un marcador desfavorable en el descanso y lo consiguió gracias a la magnífica actuación de la portera Katalin Palinger y al poderío de la central Anita Görbicz, autora de siete tantos. También fue el último partido en el banquillo danés de Jan Pytlick, que no pudo despedirse con una medalla en un Mundial tras conseguir dos oros en los Juegos Olímpicos y un título europeo. Semifinales Rumania y Hungría ofrecieron un encuentro lleno de intensidad y acciones eléctricas. En la primera parte destacaron las de la cañonera Ibolya Mehlmann, seis goles, y de Görbicz, que situaron a la selección húngara con ventaja durante la primera mitad. Pero las paradas de la portera suplente, Ludmila Tamas, otorgaron a las de Gheorghe Tadici un parcial de 4-0 definitivo y así, un histórico pase a la final. En la otra semifinal, Rusia no dio opción alguna a Dinamarca, a la que vencieron por 31-24. Guiadas por Irina Poltoraskaya, que consiguió siete goles, y por la pívot Liudmila Bodnieva, que sumó cinco, las rusas mandaron desde el principio y consiguieron diferencias de hasta nueve tantos. No obstante, en el segundo periodo las campeonas olímpicas encadenaron un parcial de 0-6, de la mano de Rikke Horlykke, que situó el 23-20 en el marcador. Pero fue un espejismo: las rusas respondieron un 5-0 con el que sentenciaron el partido.