ORIENTE PRÓXIMO
Dimisiones y nuevos ingresos ante la proximidad de las elecciones
Por Miguel Martorell2 min
Internacional17-12-2005
Israel y Palestina se hallan en plena vorágine electoral. Las elecciones parlamentarias israelíes del próximo 28 de marzo ya provocaron que el primer ministro, Ariel Sharon, creara un nuevo partido, Kadima, al que la pasada semana se unió el actual ministro de Defensa, Saúl Mofaz. Además, el primer ministro palestino, Ahmed Qureia, ha presentado su dimisión, molesto por figurar en el cuarto lugar de la lista electoral de Al Fatah para los comicios legislativos del 25 de enero.
El nuevo fichaje del recién creado partido de Sharon es un punto a favor del primer ministro y una ventaja sobre sus antiguos compañeros del Likud. Mofaz era el candidato más firme para presidir el bloque nacionalista que abandonó Sharon. Al parecer, su decisión vendría motivada por una promesa del primer ministro, quien se comprometió a conservarle en la Cartera de Defensa si triunfa en las elecciones de marzo. Esta "bomba política", según la radio pública israelí, deja como único candidato viable para presidir el Likud al ex primer ministro Benjamín Netanyahu. El bloque nacionalista no lo tendrá fácil en las elecciones, los últimos sondeos sobre intención de voto pronostican una aplastante victoria de Sharon y el Kadima. Con 39 escaños, el primer ministro podría imponerse sobre los 22 de los laboristas y los 10 que obtendría el Likud, que también ha visto marchar a otro de sus pilares políticos, el diputado Tsaji Hanegbi, dirigente del Partido de Irsral, con quien el Likud mantenía una coalición de Gobierno. Escisiones en la ANP Mientras, el primer ministro palestino, Ahmed Qureia, presentó la pasada semana su dimisión al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. Al parecer, Qureia está molesto por figurar en el cuarto lugar de la lista electoral del movimiento Al Fatah para las próximas elecciones del 25 de enero. Qureia acusó a los asesores de Abbas de "haberle mostrado la puerta de salida" relegándole a ese puesto. Pero la vorágine electoral no sólo se paga con esta intención de dimisión. Al Fatah vive en las últimas semanas una escisión entre la vieja guardia y la nueva generación. La primera facción está formada por aquellos dirigentes que acompañaron a Yasir Arafat al exilio en Túnez, mientras que la segunda la forman los que siempre permanecieron en Palestina. La división en Al Fatah se materializó de forma evidente cuando una de las figuras más destacadas de la nueva generación, Marwan Barguti, se presentó como cabeza de una lista independiente integrada por otros simpatizantes de esta facción. La dimisión de Qureia podría provocar un trasvase de votos de los electores tradicionales a Barguti.