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BALONCESTO

FIBA y ULEB llegan a un acuerdo

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes03-11-2004

Imagínese que no fuese la UEFA, sino el G-14 (el grupo de los 14 clubes más importantes de Europa), que propone criterios de gestión destinados a repartir los beneficios generados por la competición entre los clubes participantes, el organizador de la Liga de Campeones. Este paso lo ha dado el baloncesto con el reconocimiento de la Unión de Ligas Europeas (ULEB) por parte de la Federación Internacional (FIBA).

La Euroliga surgió en la temporada 2000-2001, con el objetivo de gestionar los derechos televisivos de los grandes clubes del baloncesto europeo, optimizar los ingresos conforme las audiencias conseguidas y repartirlos entre los actores de la competición, en lugar de destinarlos a financiar al organizador, como pretendía hacer la FIBA al centralizar los derechos de televisión. Su secretario general, Borislav Stankovic, se opuso al modelo de gestión profesionalizada que propugnaba la ULEB, lo que llevó a que ese año hubiera dos campeones europeos: el de la Euroliga y el de la Suproliga, que el año siguiente disputaron un torneo para unificarlos. Desde el momento en que los grandes clubes europeos delegan su voz en la ULEB y están dispuestos a participar en la Euroliga, que generaba mayores ingresos y aseguraba una participación mínima de tres años, el modelo FIBA estaba condenado a fracasar y se empezó a negociar un acuerdo desde febrero de 2001. Éste se ha retrasado, sin embargo, por la dificultad para resolver todas las competencias entre la ULEB y FIBA Europa. En la práctica, al igual que ya sucede en las competiciones nacionales –como la Liga ACB–, la federación se desvincula de la gestión de la competición para convivir con ella y centrarse en las otras competiciones –en las que podrá participar un máximo de ocho equipos por país–, en las que se dispondrá un sistema de ascensos y descensos. El sistema de competición de la Euroliga y la Copa ULEB no sufre cambios. De este modo, la ULEB es reconocida oficialmente por la FIBA –que retirará, con carácter inmediato, las demandas que había presentado en los tribunales, después de que el Derecho comunitario amparara la Euroliga, en virtud de la libre competencia–, y se hace desde ahora, con carácter indefinido, con la exclusividad para organizar la Euroliga y la Copa ULEB. El cupo de clubes que puede participar en las dos competiciones queda fijado en 48 clubes –24 para cada competición–, que deberán provenir de al menos 16 países. La FIBA será el organismo regulador de los comités de competición y de los árbitros, mientras que la Euroliga no podrá imponer excepciones –como hace la NBA– a las reglas FIBA. La Euroliga respetará las sanciones que imponga la FIBA, y al contrario. En el caso de jugadores que puedan pasar de una competición a otra, ambos organismos respetarán las sanciones.