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EL REDCUADRO

El gran poder de ZP

Fotografía

Por Antonio BurgosTiempo de lectura3 min
Opinión06-06-2004

Rodríguez dice que si pudo traer las tropas de Irak, podrá llevar agua a Valencia sin trasvase. Es demasiado modesto. Puede mucho más. Había ya en Madrid un Jesús del Gran Poder que a los sevillanos nos suena blasfemillo, porque no sale de madrugada, sino al alba, con un periódico y una cadena de radio. Ahora hay un José Luis del Gran Poder. Ha podido traer las tropas de Irak, derogar el Plan Hidrológico, poner en marcha el entramado legal contra la violencia de género, que dice la Real Academia que no es de género, que es de sexo, aunque cada vez esté mas generalizada en género, número y caso, en la declinación de los derechos de la mujer. Ha podido más. Ha podido poner a Carmen Calvo de ministra de Cultura sin pintores muertos por ataques de risa. Ha podido inventar la medalla de ida y vuelta. Estaban los cantes de ida y vuelta: la colombiana, la guajira, la milonga. Estaba la arquitectura de ida y vuelta: la iglesia del Carmen de Cádiz es un templo virreinal que se quedó por embarcar en el galeón de la Flota de la Nueva España. Rodríguez ha podido inventar la medalla de ida y vuelta, que le ha dado a Bono. Medalla que en vez de banda de seda cruzando el pecho tiene una goma bastante elástica, con un chip. Se las prendes al tío, el chip detecta los movimientos orquestales de la opinión, y como la cosa esté medio regularcilla, la misma goma, ¡zas!, devuelve automáticamente la medalla a las manos que la han impuesto. Y hay más poder todavía en manos de Rodríguez, que no sé cómo no lo sabido vender. Hijos míos, no caigáis en el pecado del PP, que quitó la mili obligatoria y, en pago por tanta generosidad pacifista, los chavales se lo agradecieron votando en masa al PSOE. La piedra de toque del gran poder de José Luis ha sido otro José Luis. Ni los soldados de Irak, ni el trasvase del Ebro, ni leches: el José Luis que ha podido quitar por fin al otro José Luis, a José Luis Moreno, sí que es capaz de todo. De llegar a la Luna si se lo propone. Pero no en un cohete, sino a borricate de cualquier intelectual orgánico del "No a la guerra". El PP, con toda su mayoría absoluta, no pudo en sus ocho años de gobierno, de un plumazo, privar a los españoles del refinamiento cultural y de los altos valores artísticos de los pases de lencería masculina y las comedietas de la gorda de los rulos en "Noche de fiesta" del sábado. De haberlo hecho, los españoles se hubieran echado en masa a la calle: "!Que vuelva Moreno!" Moreno era intocable. Ahora sé por qué. La Casa Blanca estaba interesadísima en que Moreno no perdiera su programa cultural del sábado. Bush personalmente llamó muchas veces a Aznar: "No me vayas a quitar a Moreno, por la gloria de mi madre..." Blair, en Downing Street no le hablaba a Aznar de Gibraltar: era de Moreno. En todas las cancillerías europeas no se hablaba de otra cosa. Ahora, como nos hemos desenganchado de los americanos, finalmente Rodríguez ha podido hacerlo. Ya no habrá más "Noche de fiesta". Hay que tener mucho poder para desmontar un entramado así.

Fotografía de Antonio Burgos

Antonio Burgos

Columnista del diario ABC

Andaluz, sevillano y del Betis

** Este artículo está publicado en el periódico ABC y posteriormente recogido de AntonioBurgos.com por gentileza del autor