ANÁLISIS DE LA SEMANA
Presupuesto para vacaciones
Por Gema Diego
2 min
Economía05-06-2004
El hotel, los bañadores, las toallas, la crema protectora, las gafas de sol, un buen mapa de carreteras… Y para llegar hasta la playa de nuestros anhelos vacacionales, unos cuantos litros de gasolina. Que no será, seguramente, lo que más barato vaya a costar. A pesar de que la OPEP ya ha cedido a las presiones y ha anunciado que va a aumentar la producción, el respiro concedido por el cartel puede que no sea suficiente para despejar los calores veraniegos. Sobre todo, visto que el oro negro ya está marcando precios que no alcanzaba desde hace 14 años. Las bolsas han atado sus movimientos a los del precio del petróleo, y esto quizá acabe perjudicándolas más pronto o más tarde. No hay que dudar de la buena voluntad de los productores de crudo, pero ellos también se han marcado unos límites, y saben que por debajo de ellos sus beneficios se irían al garete. Un sutil tira y afloja en el que encontrar el equilibrio puede costar un par de sustos en los mercados. Y no sólo en los parqués bursátiles: también en los datos macroeconómicos. El BCE ya le ha visto las orejas al lobo y ha tenido que aumentar en tres décimas sus previsiones de inflación para este año. Esto, de momento. Si el problema petrolífero no se soluciona, quién sabe en qué valores puede cerrar el 2004 el IPC. Entre tanto, a Alfredo Sáenz no se le ocurre otra cosa que arremeter contra el estado del bienestar. Entre el petróleo y algunos banqueros, cuadrar el presupuesto de vacaciones nos está costando lo nuestro. ¿Querrá Sáenz que nos quedemos vegetando en casa, o haciendo horas extra, en vez de ir a la playa, para ahorrar céntimo a céntimo nuestra pensión de jubilación?
