Las bolsas no terminan de reaccionar
Por Eva Olarte2 min
Economía05-06-2004
El petróleo es la principal fuente de energía del planeta, su coste tiene un impacto directo sobre el consumo y los costes de las empresas, por ello, unos precios tan altos como los de las últimas semanas no pueden sino provocar la huída de los inversores, que prefieren alejar su dinero de la renta variable, a la espera de que se suavicen las cotizaciones.
El resultado de tanta tensión en los mercados del crudo es que comienza a escasear el dinero en los mercados de acciones. En efecto, las ganancias conseguidas a principios de año parecen haberse evaporado, y ahora es más palpable que nunca que las bolsas han quedado totalmente supeditadas a los movimientos del petróleo. Han sido semanas de incertidumbre e indefinición en los parqués de medio mundo. Y ni siquiera la decisión de la OPEP de aumentar sus exportaciones de petróleo en dos millones de barriles diarios ha conseguido, de momento, acabar con esta tendencia. Así, el jueves de la semana pasada, a la espera del resultado de la reunión de la OPEP, las principales plazas europeas comenzaron su sesión a la baja. Tras el anuncio, incrementaron ligeramente sus pérdidas, y sólo consiguieron remontar en la recta final de la jornada. Las bolsas españolas cerraron, en cambio, con bajas testimoniales. El Ibex 35 cedió un 0,09 por ciento, y concluyó en poco más de 7.900 puntos. Lo cierto es que el acuerdo de la OPEP fue recibido en el mercado con más decepción que entusiasmo, pues los inversores esperaban un gesto más generoso. Y ello, a pesar de que el presidente de la organización, Purnomo Yusgiantoro, había afirmado que los países miembros se habían comprometido a hacer cuanto estuviera en sus manos para facilitar una moderación de los precios del crudo. En realidad, los descensos registrados a última hora en el precio del barril no fueron sino la reacción del mercado ante otra noticia importante: las reservas de crudo y gasolina en Estados Unidos habían aumentado por encima de lo previsto. No hay que olvidar que en la renta variable influyen otros factores. En estos momentos, el miedo a la creciente inestabilidad en Iraq y por nuevos atentados en Oriente Medio. Ante ello, poco o nada pueden hacer las promesas de la OPEP. De hecho, la mayoría de los expertos cree que el precio del barril no se estabilizará en niveles mucho más bajos a los registrados la semana pasada.