ANÁLISIS DE LA SEMANA
Una vez más, ¿Y ahora... qué?
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional14-03-2004
El Mundo, pero sobre todo España, vuelve a vivir momentos de incertidumbre con la amenaza terrorista. Los atentados del pasado jueves en Madrid demuestran que los asesinos pueden golpear en cualquier parte a pesar de las medidas policiales. Da igual de dónde procedan los terroristas, todos son iguales y sus acciones nunca tienen justificación. Es lamentable ver cómo, en jornada de reflexión, hay personas manipuladas por pseudo intelectuales y medios tendenciosos que piden saber, antes de votar, quién ha cometido un atentado. Como si resolver este tipo de masacres fuera cosa fácil. ¿Acaso es menos mala la banda terrorista ETA por no haber cometido la matanza de Madrid? Los etarras intentaron este mismo plan hace menos de tres meses pero la eficaz labor de la Policía lo impidió. También es lamentable observar cómo el PSOE -el que dice que nunca utilizará el terrorismo como arma política- sale a última hora del día de reflexión para atacar al gobierno y criticar su actuación. Es digno de alabar el apoyo internacional recibido y el comportamiento general de la población y, también, del Gobierno. El terrorismo debe servir para unir a toda la Comunidad Internacional y hacer este mundo un poco mejor y en paz. Sólo con esta unión se puede conseguir lanzar un mensaje claro y contundente a los asesinos. En Iraq, a pesar de la violencia y de las acciones terroristas, se está empezando a lograr. Allí, la semana pasada se firmó la nueva Constitución, un proyecto consensuado que puede devolver la ilusión, la democracia y la convivencia a las diferentes etnias del país. Otra de las regiones asoladas por el terrorismo es Oriente Próximo. Los atentados palestinos deben cesar como paso indispensable para relanzar el proceso de paz en la zona. Asimismo, Israel tiene que poner fin a sus políticas de ocupación y de asesinatos selectivos. El nuevo Gobierno griego ya está constituido y una de sus primeras labores ha sido la de analizar la amenaza terrorista ante los Juegos Olímpicos que se van a celebrar en Atenas. Ojalá que uno de los mayores acontecimientos deportivos del mundo no se vea empañado por la violencia. Especial relevancia tiene Libia. Este Estado, que apoyaba y financiaba el terrorismo hasta hace muy poco, ha decidido cumplir las condenas impuestas, rechazar explícitamente la violencia y, también, acaba de firmar el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación Nuclear. Ojalá que la Comunidad Internacional se una, más que nunca, en la lucha contra el terrorismo -proceda de donde proceda-, que no se olvide de las víctimas y que logre acabar con esta lacra que muchos países llevan sufriendo décadas.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD