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ANÁLISIS DE ESPAÑA

Empate a nada

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España04-06-2006

Los cronistas deportivos usan con relativa frecuencia esta expresión a la hora de titular un partido en el que los dos equipos han terminado igualados a cero. No obstante, empatar a nada va más allá. El concepto resume 90 minutos de aburrimiento total. Ningún tiro a puerta, ninguna jugada bonita, nada de nada. Vamos que más le hubiese valido al sufrido hincha haberse quedado en casa en lugar de soportar tamaño bochorno. La misma sensación se le queda a uno después de presenciar el último duelo entre Rajoy y Zapatero en el Debate sobre el estado de la Nación. Más de 110 minutos de discursos con sus correspondientes réplicas y contrarréplicas y al final el resultado no fue más que un cúmulo de acusaciones, insultos y descalificaciones. La oposición no fue capaz de lanzar ni una sola propuesta, ninguna iniciativa. El Gobierno se escudó en el pasado. Habló de Aznar y hasta de la foto de la Azores. En definitiva nada nuevo. Pero no es de extrañar. El Debate de la Nación ha perdido su razón de ser. No se busca mejorar el estado de la nación sino ganadores y perdedores. Al término de sesión los pasillos del Congreso no hablaban sobre las conclusiones extraídas sino de quien había estado mejor de los dos. Prueba de que nuestra democracia esta malita y que nadie hace nada por remediarlo, fue el absurdo pacto de no agresión alcanzado por Zapatero y Rajoy para no abordar en profundidad el alto el fuego de ETA. En un principio puede parece una mediada elogiable por responsable. Una sana intención de, aceptando el carácter puramente electoralista del debate, dejar fuera un asunto de estado de tales magnitudes. Pero lo acontecido nada más terminar el duelo puso de manifiesto que el único objetivo de populares y socialistas era desplazar del hemiciclo un asunto en el que cualquiera de los dos podría haber salido muy mal parado. Nada más terminar, desde el País Vasco Patxi López hizo pública la intención de que su partido mantenga una reunión oficial con Batasuna. El Gobierno no tardó en mostrar su respaldo a dicho encuentro al tiempo que la oposición retiraba definitivamente su apoyo al Ejecutivo en el proceso de paz. De nada sirvió por tanto eludir el debate de ETA en el Parlamento. Dos declaraciones tardaron en cargarse cualquier esperanza de consenso. No digamos donde queda ya el Pacto Antiterrorista. De nuevo Rajoy y Zapatero han maltratado las instituciones. Han preferido los micrófonos a la tribuna. La sociedad no pide que no se hable de ETA, más bien todo lo contrario, pero de un forma comprometida y sensata, desde el respeto y el sentido de Estado y a ser posible en el Parlamento, que para eso está. El Estado de Derecho afrontaba una semana decisiva y sus máximos dirigentes no han estado a la altura. Ríen los terroristas ante este triste empate a nada.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio