ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Vivir entre muertos
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad04-06-2006
Le encontraron junto a los cadáveres de sus familiares. Su lenta respiración fue un milagro entre los escombros. Pero pocos a los que la vida aún les late bajo montañas de destrucción podrán contarlo. No les encontrarán a tiempo y, si lo hacen, si llega a ocurrir de nuevo el milagro, la enfermedad les propinará una dentellada mortal. De no ser así, el ataque más cruel se lo dará la propia subsistencia diaria sin sus seres queridos, sin casa y sin nada. Y querrán escapar como sea, por donde sea, para buscar futuro y respuestas. Aún así, la televisión ha hecho dar vueltas al mundo las declaraciones de un hombre que logró salvarse: daba gracias a Dios por haberse quedado desnudo con su vida. Reacciones de este tipo sorprenden hoy en día mucho más que un terremoto, y conmueven las conciencias cómodas que intentan echar al otro la culpa y la responsabilidad. Y si no hay un otro a mano se busca a Aquel otro que siempre está ¿Por qué Dios consiente estas cosas? Hace unos meses, cuando mi abuelo casi agonizaba en un hospital encontré la respuesta: son ellos quienes nos salvan, quienes nos descubren la belleza del mundo, el lado positivo de las malas noticias y la verdad en lo cotidiano. Aún así, no acabamos de entenderlo y huímos del dolor como si nunca llegásemos a ser un cadáver más. Con un poco de suerte, en unos siglos podremos ser un tesoro arqueológico digno de contrabando. Sólo Dios sabe el significado del milagro de vivir entre muertos.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo