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Habrá paz en Palestina cuando Arafat muera

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional07-11-2004

Mientras Arafat agoniza en París, la actividad política en los territorios ocupados es grande. Esto es así dada la necesidad de preparar el futuro político a corto plazo de Cisjordania y Gaza.

Las organizaciones palestinas de mayor peso político en la región acordaron establecer la paz en Gaza y Cisjordania el pasado sábado. El primer ministro, Ahmed Qurei, puso de acuerdo a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Hamas, Yihad islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa para tratar de mantener la paz. Desde principios de la semana pasada, los responsables de las organizaciones más importantes que toman partido de la lucha armada contra Israel, Hamas y Yihad Islámica, dijeron que no lucharían por acceder al vacío de poder dejado tras la marcha de Yasir Arafat. De esta manera se preservará "la unidad del pueblo palestino". De la otra organización, la de las Brigadas de Al Aqsa, al ser dependiente del partido gubernamental, Al Fatah, no se temía tanto que desestabilizaran la actual situación política de la ANP. Pero estas declaraciones y supuestos no han parecido evidentes durante la pasada semana. Muchos de los habitantes de Gaza se han llegado a creer en una situación de preguerra civil. "En un mes, será la guerra civil" decían Ahmed, Alí y Mohamed, tres ex universitarios, ahora parados como el 70 por ciento de la población activa en Gaza. Hubo que esperar al sábado pasado cuando el primer ministro palestino, Ahmed Qurei, se reunió con Hamas, Yihad Islámica y las Brigadas para anunciar oficialmente el compromiso de respetar las instituciones de la ANP. Aunque en las calles de Gaza, ya se escuchó el compromiso con la causa de Arafat de los militantes de Hamas y Yihad Islámica, llegando a corear: "con nuestras armas, con nuestros cuerpos, nos sacrificaremos por ti". Por el momento, esa causa se identifica con el primer ministro Qurei, el brazo derecho de Arafat. Hasta que éste no muera, no se tomará una decisión sobre cómo y quién será el sucesor del que fue, es y será aparentemente por poco, el rais palestino. Hablar del nombre del sucesor es hacer suposiciones. Pero dadas las circunstancias y el carácter aglutinador de las distintas facciones que ha desplegado Yasir Arafat a lo largo de su carrera política, parece lógico que en la sucesión del rais se apueste por un organismo colegiado. En todo caso, lo que ya es seguro es que habrá sucesión en lugar de reemplazo, porque "Arafat es irreemplazable", dice Jean-François Legrain politólogo francés especialista en Oriente Próximo.

Fotografía de Salva Martínez Más