SIN CONCESIONES
El tiempo siempre da la razón
Por Pablo A. Iglesias
2 min
Opinión07-11-2004
"Kerry ganará a Bush por tres puntos". Así de optimista y de contundente se mostraba hace un mes José Luis Rodríguez Zapatero. "Ganará Kerry, tengo datos que lo acreditan", sentenciaba entonces el presidente del Gobierno. Lo malo no es que fallara en el pronóstico. Lo peor de todo es que Zapatero lanzaba el augurio delante de Su Majestad el Rey. Ocurrió el Día de la Hispanidad. Zapatero acudió a la recepción oficial en el Palacio Real. Sin vergüenza alguna, vaticinó una contundente victoria de Kerry en las elecciones de Estados Unidos. Los sondeos eran adversos. Pero él se mostraba tranquilo y convencido del triunfo del Partido Demócrata. El resultado electoral en EEUU ha despertado a Zapatero del sueño. También a otros dirigentes europeos. Chirac y Schröder confíaban igualmente en la derrota de Bush. Ahora, no sólo rectifican sino que alaban y pelotean al presidente de la primera potencia mundial. A Zapatero no le importa. Asegura sentirse cómodo en el "arte de rectificar". Rectifica sobre la Constitución Europea, sobre el número de nuevas viviendas, el IVA de los libros, las ayudas a los agricultores, las selecciones deportivas... Todo son rectificaciones. Pero si quiere recuperar la diplomacia con Estados Unidos tendrá que redoblar esfuerzos. Deberá mandar las tropas a Iraq, levantarse ante la bandera de las 50 estrellas, invitar a los soldados estadounidenses al defile de las Fuerzas Armadas y retirar los descalificativos a Bush. Quién le ha visto y quién le ve. Ni doce horas tardó Zapatero en felicitar a Bush por la victoria cuando el resultado no era oficial. De activista antiamericano ha pasado a definirse como "alidado" y "amigo" de Bush. La rectificación -otra más- implica previamente reconocer la equivocación. El PSOE erró al despreciar a EEUU como socio diplomático y comercial. Entre el seguidismo de Aznar y el rechazo de Zapatero existe un término medio justo y proporcionado. La irresponsabilidad política y el electoralismo barato del líder socialista queda ahora en evidencia. El pronóstico de Zapatero era más un deseo personal que un pronóstico. Quedaría en una anécdota si no afectara a los intereses de España. He ahí el error, doble error. Por un lado, la precipitación e inconsciencia. Por otro, el perjuicio al país. Al menos, de todo se aprende. El tiempo pone a cada cual en su sitio. Es el juez que otorga y quita la razón. Zapatero estaba equivocado. El tiempo sólo ha venido a demostrarlo.
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Pablo A. Iglesias
Fundador de LaSemana.es
Doctor en Periodismo
Director de Información y Contenidos en Servimedia
Profesor de Redacción Periodística de la UFV
Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito