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El Gobierno reconoce que el país vive una escalada de violencia peligrosa

Por Salva Martínez Más Tiempo de lectura2 min
Internacional19-09-2004

Los combates, los ataques y los secuestros minan la tranquilidad prometida al país. El Gobierno iraquí dijo la pasada semana que la situación del país “puede tener consecuencias políticas y económicas”.

La Administración del premier iraquí, Iyad Alaui, teme las consecuencias para la economía y la política de la violencia que reina en el país. Esta sensación coincidió con el pesimismo de demócratas y republicanos de EE.UU. hecho público la semana pasada. En las últimas 48 horas murieron 80 personas. En total, en Iraq se perdieron más de 300 vidas durante los pasados siete días. Faluya fue la ciudad que más aportó en este macabro recuento semanal. La semana pasada, esta ciudad situada al oeste de Bagdad sufrió ataques de la aviación estadounidense. Los ataques que tenían como objetivo al que dicen desde la Administración de EE.UU. que es el representante de Al Qaeda en Iraq, el jordano, Abu Musab Zarqawi. Tras los bombardeos, la versión estadounidense decía que se había acabado con la vida de miembros del grupo que dirige Zarqawi. Pero el Ministerio de Salud iraquí reconoció que en estos ataques de “precisión” también murieron civiles. Sólo en los bombardeos del viernes de los 44 muertos que reconoció el Ministerio de Salud, 17 eran niños, dos mujeres y dos ancianos. Las represalias contra Abu Musab Zarqawi han parecido más necesarias que nunca esta semana pasada dado el protagonismo que adquirió su organización, Monoteísmo y Guerra Santa. Dos días antes del martes pasado, y este día también, este grupo atacó en Bagdad y en Bacuba a la institución policial de la que Iraq se quiere dotar. El resultado de diversas emboscadas fue la muerte de un total de 73 personas. Pero los ataques a la Policía y las represalias de la aviación no son más que una muestra del escaso éxito del actual régimen iraquí. Éste dijo la semana pasada que la violencia del país podría tener “consecuencias políticas y económicas”. El Consejo Nacional de Inteligencia de EE.UU. –formado por republicanos y demócratas- asegura que la situación del país podría ir a peor de manera que se desarrollara una guerra civil. En el mejor de los casos, este Consejo dice que la violencia en el país aumentará.