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TASAS

Barcelona apuesta por cobrar un impuesto a sus turistas

Por Ana Romero VicenteTiempo de lectura1 min
Economía18-09-2004

El modelo de sol y playa, esa gallina de los huevos de oro “que se está quedando sin alas”, según anunció hace unas semanas la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha sido una afirmación con respaldo. El Ayuntamiento de Barcelona ha mostrado su preocupación por el descenso de la ocupación hotelera en los dos últimos veranos y propone cobrar una tasa turística. Lo recaudado se reinvertiría en promocionar y mejorar la calidad turística de la ciudad y de sus zonas costeras.

Una gran parte del sector hotelero está a punto de perder los nervios ante esta propuesta. Consideran que cobrar un impuesto al turista supondrá su huída a otros destinos turísticos. El miedo de este gremio se alimenta de la baja ocupación hotelera de este verano, que cayó un 1,4 por ciento respecto al verano anterior, a pesar de que los precios de las habitaciones se redujeron más de un 10 por ciento. No obstante, hay que tener en cuenta que esto no se debe a un menor número de turistas, sino a un exceso de plazas hoteleras en Barcelona. Cada año se abren nuevos hoteles, y la afluencia de turistas es incapaz de compensar esta oferta masiva. El Ayuntamiento de Barcelona, con su edil Joan Clos a la cabeza, ha afirmado que la ecotasa sólo se impondrá tras llegar a acuerdo con los hoteleros. El segundo teniente de alcalde de Barcelona, concejal de Turismo y vicepresidente de Turismo de Barcelona, Jordi Portabella ha explicado que podrían llegar a recaudarse una media de 10 millones de euros al año si se cobrara un euro por cada pernoctación del turista. Portabella asegura que esta cantidad no sólo servirá para reinvertirla en mejorar y promocionar el turismo en Barcelona. También para cumplir con una deuda pendiente con los ciudadanos de la ciudad, que empiezan a sentir que "los turistas usan sus servicios, pero no aportan nada a la ciudad”.