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IRLANDA DEL NORTE

Fracasa el relanzamiento de las negociaciones de paz

Por Miguel MartorellTiempo de lectura2 min
Internacional19-09-2004

Las negociaciones entre los partidos del Ulster y el primer ministro británico e irlandés, Tony Blair y Bertie Ahern, respectivamente, han concluido sin un acuerdo que permita restablecer la autonomía a la provincia debido a las diferencias entre los miembros del Sinn Fein y el radical Partido Unionista Democrático.

La promesa de Tony Blair de ordenar la retirada de cientos de soldados de Irlanda del Norte y desmantelar las torres de vigilancia militares emplazadas en la provincia no ha logrado enfriar los ánimos de los partidos del Ulster. La medida tenía como contrapartida la declaración y confirmación sin condiciones del fin de las palizas por ajustes de cuentas y tiroteos atribuidos al Ejército Republicano Irlandés (IRA), supuestamente en tregua desde 1997. Sin embargo, el Gobierno británico descartaba la amnistía a los terroristas de la banda perseguidos por sus crímenes. La desmilitarización de la región formaba parte de las exigencias del Sinn Fein, brazo político del IRA, pero el Partido Democrático Unionista (PUD) consideró esas medidas unilaterales. "Lo que necesitamos es un proceso de paz, no un proceso irregular", aseguraba Jeffrey Donaldson, diputado del radical PUD, partido mayoritario en el Ulster y pieza clave para las negociaciones. Puede que esa fuera una de las razones por las que los partidos norirlandeses no se sentaron juntos en ningún momento de las conversaciones en Leeds Castle, Inglaterra. Las negociaciones pretendían relanzar el proceso de paz en el Ulster, desde que en 2002 se suspendiese la autonomía de Parlamento y Asamblea en la provincia por las desconfianzas surgidas entre dirigentes protestantes y católicos. Además, el PUD, que dirige el reverendo Ian Paisley, exige el desarme y la desaparición del IRA antes de compartir gobierno con el Sinn Fein, tal y como establecen los acuerdos de Viernes Santo firmados en 1998, y la reforma de la Asamblea para cambiar el concepto de poder compartido. Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, apareció en el lugar de las negociaciones con el micrófono encontrado en uno de los pasillos de las oficinas de Belfast, muy frecuentadas por el dirigente católico. "Lo hemos traído para devolverlo a Blair, creemos que es el colmo de la hipocresía y la mala fe", explicó Adams a los medios. A pesar de que las distintas comitivas de los partidos del Ulster sólo mantuvieron contactos de forma indirecta, sin llegar a verse en ningún momento, el primer ministro británico, evitó hablar de fracaso en las negociaciones y subrayó que es preciso "esperar a ver si se han producido avances". Tony Blair recalcó que "si no se puede alcanzar un acuerdo cuando está claro que debería ser alcanzado, entonces encontraremos una vía diferente para hacer avanzar este proceso", y añadió que "hay una oferta razonable en sustancia y que sería histórica en su significado" en el tema del desarme, pero admitió que se consiguió un acuerdo en otros asuntos.