CICLISMO
Cancellara, primer líder del Tour
Por Miguel Venegas3 min
Deportes04-07-2004
El Tour echó a rodar en Bélgica con el guión de siempre: Lance Armstrong contra la historia, mientras sus rivales no demuestren lo contrario. Tras los aperitivos del prólogo y la primera etapa llana, que como no podía ser de otro modo, se resolvió al sprint, el suizo Fabian Cancellara (del Fassa Bortolo) viste el jersey amarillo.
Ya sin las galas del centenario, el Tour se presenta aún con ese aroma inconfundible de las puertas de la historia. Lance Armstrong pondrá a prueba su divinidad ciclista para intentar subir aún más alto que Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Induráin o Anquetil en el olimpo de la Grande Boucle y, por ende, del ciclismo de todos los tiempos. El líder del US Postal tiene la ambición de lograr el hexacampeonato por pecado y la clase como principal aliado. Pero el hito de Armstrong es lo que todos sus rivales desean evitar. El enemigo es el texano, un monstruo que deberá resistir embestida tras embestida, durante tres semanas largas, para demostrar que es el mejor ciclista de todos los tiempos. Tras él esperan otros muchos corredores de postín, con hambre de gloria. El primero en la lista parece, como en los últimos años, Jan Ullrich. El alemán, de vuelta en el equipo alemán del T-Mobile, afronta su enésima oportunidad de reverdecer viejos laureles. Aunque sin polémicas ni dudas, ya no ilusiona como lo hacía antes del reinado de Armstrong. Por detrás del teutón aparece la figura del joven Iban Mayo. El vasco representa los aires de un cambio deseado: hace un año ya coronó Alpe d'Huez y hace un mes ya derrotó al campeón estadounidense, hace a penas un mes. Las apuestas le otorgan la condición de tapado, pero realmente nadie sabe con exactitud qué se puede esperar del corredor del Euskaltel. El resto, como Gilberto Simoni y Roberto Heras, parecen condenados a esperar su oportunidad en las rampas de los Alpes; el estadounidense Tyler Hamilton, flamante jefe de filas del Phonak suizo, podría ser otra alternativa, a expensas de que el paso de las etapas dicte quiénes serán los protagonistas. Entre ellos no estarán el kazajo Alexandre Vinokourov ni el español Joseba Beloki, que ansiaba quitarse la espina de su abandono de la edición anterior. Tampoco el británico David Millar, campeón del mundo contrarreloj –y especialista en los prólogos–, que se ha visto tocado la sombra del dopaje en el escándalo del equipo Cofidis, una circunstancia excluyente en una carrera que quiere presumir de guante blanco. Aun así, como se sabe sobradamente, tres semanas dan para mucho y no todo va a ser la lucha entre los gallitos, aunque las etapas de montaña y –sobre todo– la cronoescalada de Alpe d’Huez están marcadas en el calendario de los favoritos, así como de sus gregarios y de sus directores. Pero en el otro Tour, el de los velocistas, la rivalidad no es menos enconada. Los veteranos Mario Cipollini y Erik Zabel se presentan a priori como rivales del mejor velocista, el italiano Alessandro Petacchi. Sin embargo, también aquí hay de los llamados outsiders, como el veterano Jaan Kirsipuu –un fornido estonio de casi 35 años– y el australiano Robbie McEwen.