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ORIENTE PRÓXIMO

El Tribunal Supremo israelí obliga a Sharon a modificar el recorrido del muro

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
Internacional04-07-2004

Los habitantes de diez aldeas palestinas evitarán el trámite de tener que solicitar un permiso para poder acceder a sus campos de cultivo. El muro habría dejado esos campos dentro del territorio israelí, y sus propietarios sólo podrían tener acceso a ellos a través de permisos especiales.

A partir de ahora esto ya no será necesario y los 45.000 palestinos que habitan esas diez aldeas del norte de Jerusalén se verán mínimamente afectados por la construcción del muro. La causa es la sentencia que emitió, la semana pasada, el Tribunal Supremo israelí y a través de la cual ordena al Gobierno de Sharon a modificar hasta 30 de los 40 kilómetros que estaban previstos para la zona de Cisjordania. La Justicia considera que existen trazados alternativos por los cuales los palestinos se verían menos afectados. "Este trazado ha generado unas condiciones de vida tan duras para la población local que el Estado debe encontrar una alternativa que, aunque de menos seguridad, perjudique también menos a la población local", afirma la sentencia. Con esto, las autoridades israelíes se ven ante el problema de tener que derribar algunas secciones de la valla ya construida en esa zona. Todo comenzó con una petición presentada por el consejo local de Beit Surik en la que se reclamaban los derechos de los palestinos. A partir de ahí, el Supremo recogió esta petición, la estudió, y acabó dictando esta sentencia que sienta un precedente. Y es que "este fallo servirá de piedra basal para decenas de demandas de palestinos damnificados por el muro", según aseguró el abogado de los demandantes, Mohamed Dahla. Excepto EE.UU., la Comunidad Internacional se ha mostrado contraria al muro, y desde organismos como la ONU se han dirigido presiones hacia el Gobierno de Israel con el fin de frenar o por lo menos ralentizar su construcción. Sin embargo, hasta la fecha, el Tribunal Supremo israelí ha sido la única institución capaz de frenar los planes que el primer ministro, Ariel Sharon, tiene para el muro. Quizá el siguiente paso llegue desde La Haya, donde el Tribunal Internacional de Justicia de ese lugar, -que depende de la ONU- decidirá sobre la legalidad del muro divisorio que Israel está levantando en su frontera con Palestina.