BALONCESTO

Cinco españoles en la Euroliga

Por Roberto J. Madrigal2 min

Deportes28-06-2004

La invitación para disputar la próxima Euroliga –al igual que sucedió la temporada pasada con la Copa ULEB– supone un espaldarazo para el proyecto deportivo que se inició en el Real Madrid hace un año. La política de fichajes, pues, cambia de un día para otro al son de los objetivos del club para la temporada 2004-2005.

La llegada de Lolo Sáinz como director de la sección de baloncesto fue el punto de partida de un proyecto de tres años, para que el Real Madrid volviese –y se consolidara– en la Euroliga. Para ello renovó profundamente el equipo, con la llegada del entrenador argentino Julio César Lamas y, entre otros fichajes, el pívot letón Kaspars Kambala y el base estadounidense Elmer Bennett. El equipo, llamado a disputar una campaña de transición, cumplió sus objetivos: se clasificó para la Copa del Rey y llegó a la final de la Copa ULEB, cuyo título le hubiera dado el pasaporte directo a la Euroliga. Sin embargo, perdió contra el Hapoel Migdal de Jerusalén, y aunque se clasificó para los playoff de la Liga ACB, tampoco pudo llegar a las semifinales –fue eliminado en la primera ronda por el Estudiantes–. La noticia de la invitación para disputar la Euroliga le pilla al Real Madrid inmerso en un nuevo proceso de transformación, pues de la plantilla que disputó la temporada anterior han sido cortados casi todos los jugadores: el base argentino Lucas Victoriano, el propio Kambala –dado que no hay garantías de que los comunitarios B puedan jugar sin ocupar plaza de extranjero, a falta de un acuerdo entre la Asociación de Clubes (ACB) y la asociación de jugadores (ABP)–, los aleros Mario Stojic y Álex Mumbrú… Así, tan sólo tienen confirmada su continuidad a las órdenes de Bozidar Maljkovic –el club negoció también con el italiano Ettore Messina, entrenador del Benetton de Treviso– Bennett, Alberto Herreros, Antonis Fotsis, Antonio Bueno, Pat Burke y el recién fichado Cyril Julian, un pívot francés procedente del Pau Orthez que el técnico serbio conoce de su etapa en el Limoges. La noticia, a buen seguro, alterará los planes de fichajes del club blanco, ya que supondrá un excelente escaparate para acceder a jugadores que en principio podían estar desinteresados en recalar en el Real Madrid. Sin embargo, la coyuntura obligará a un esfuerzo mayor para no sobrepasar los márgenes económicos –con un presupuesto limitado respecto de años anteriores– y puede sacar a relucir algunas de las lagunas del club, que no está a la altura de los punteros en la explotación de las áreas de marketing, como el Baskonia y el Estudiantes, dos equipos que pueden ser sus rivales.