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Los combates cesan en Faluya pero se multiplican en Nayaf

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional09-05-2004

Faltan menos de dos meses para que la soberanía del país sea transferida los iraquíes. Pero esto no indica que Iraq conozca la paz, pues la guerrilla iraquí y miembros de la coalición continuaron enfrentándose en Nayaf y en otras ciudades.

Faluya ha dejado de ser un problema inminente en la ocupación. Una serie de acuerdos alcanzados entre interlocutores religiosos salafistas y militares estadounidenses ceden la tarea de mantener la seguridad de Faluya a un iraquí. El nombre de Mohamed Abdel-Latif se dio a conocer el viernes pasado. A partir de ese día, el mismo hombre que fue general al cargo de las labores de información militar durante el régimen de Sadam Husein pasó a ser el jefe del “ejército de protección de Faluya”. Esta especie de sección del nuevo ejército iraquí es en sí misma una solución. Con 1.100 hombres dirigidos por Abdel-Latif se pretende resolver la situación de una ciudad, Faluya, que ha estado asediada por las tropas de la coalición desde hace tres semanas. Los excesos en los ataques de las tropas de la coalición en Faluya causaron la dimisión del ministro iraquí de los Derechos del Hombre, Abdel Bssat Turki. Un mes después de esta decisión, Faluya encuentra una solución. Por su parte, en Nayaf y en Kerbala, las respuestas que da la coalición a la inseguridad son ataques en todas direcciones contra las milicias del líder Chií Moqtada Al Sader. Las operaciones de la semana pasada en Nayaf comenzaron el jueves pasado. Ése día, 41 milicianos fieles de Al Sader murieron al enfrentarse al Ejército estadounidense. Pero no sólo los soldados de ésa nacionalidad hacen frente a la guerrilla iraquí. Posiciones del Ejército británico en Basora y en Amara fueron atacadas por seguidores de Al-Sader el sábado pasado. Dos días antes, en Nasiriya, las tropas italianas abrieron fuego en un enfrentamiento que se saldó con la muerte de civiles y de un miliciano. En Bagdad, el fin de la semana pasada estuvo marcado por el incremento del número de ataques de la guerrilla. Ésta atacó tanto el jueves como el domingo pasado. El ataque del domingo fue especialmente grave pues se dio en un mercado al oeste de Bagdad. La semana pasada muestra la falta de todo lo que necesita Iraq a menos de dos meses de la trasferencia de poder. Según uno de los candidatos al futuro primer ministro iraquí, Mahdi Al-Hafez: “todo lo que nos hace falta es que se restablezca la seguridad y la estabilidad”. La semana pasada también se conoció que un mensaje de Internet, atribuido a Bin Laden, ofrece una recompensa de 10 kilos de oro (aproximadamente 125.000 dólares) por la muerte del secretario general de la ONU, Kofi Annan, y del administrador civil estadounidense en Iraq, Paul Bremer. La Interpol está trabajando en el asunto para confirmar la veracidad de la amenaza y proteger a Annan y Bremer.