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Bush pide 25 millones para Iraq y Afganistán

Por Isabel A. VegaTiempo de lectura2 min
Internacional09-05-2004

El presidente de EE.UU, George W. Bush, solicitó el pasado miércoles al Congreso la inclusión de 25 millones de dólares en el presupuesto del año fiscal 2005, para financiar las operaciones militares en Afganistán e Iraq.

A través de un comunicado, el mandatario estadounidense expuso las razones de la millonaria solicitud, basadas fundamentalmente en la necesidad de prever los posibles gastos que acarreará el próximo año la lucha contra el terrorismo. "Pido que el Congreso establezca una reserva de 25.000 millones de dólares para el año fiscal próximo para responder a todas las necesidades de nuestros soldados y para asegurar nuestra victoria en estos frentes esenciales de la guerra contra el terrorismo", señala el texto. La Casa Blanca estableció el pasado mes de febrero un presupuesto para 2005 de 2,4 billones de dólares, en el que, sin embargo, no se añadían más fondos a la cuestión iraquí que los previstos por el Congreso para el presupuesto de 2004 (87.000 millones de dólares). Ahora, Bush pide un replanteamiento de la asignación de los fondos, de cara al nuevo ejercicio fiscal que comienza el 1 de octubre de este año, porque según afirmó, aunque no se conocen “con precisión los costes de las operaciones el próximo año, los acontecimientos recientes en el terreno y las crecientes peticiones de las tropas, indican la necesidad de tener un plan de contingencia”. El comunicado además argumenta: "Debemos asegurarnos de que no habrá interrupción en el financiamiento y recursos de las tropas”. El Pentágono por su parte, acaba de anunciar su decisión de mantener de forma indeterminada el número de soldados norteamericanos en Iraq, dada la violencia que asola la región. Este contingente alcanza las 135.000 personas, que podrían verse incrementadas en número una vez que Bush evalúe, como anunció que lo haría, los pedidos de los generales y las necesidades reales de soldados sobre el terreno. Esta guerra cara en víctimas y en fondos, podría costarle a Bush las elecciones, pues la opinión pública norteamericana, muy conmocionada por las imágenes de torturas a prisioneros iraquíes, no ha acogido con buenos ojos esta ampliación del presupuesto militar, y teme que repercuta en la política de bajada de impuestos que le dio al mandatario la Presidencia en las últimas generales.