RUGBY
El peor Seis Naciones de Inglaterra
Por Roberto J. Madrigal1 min
Deportes28-03-2004
Los duelos entre Francia e Inglaterra tienen en juego mucho más que el resultado: se convierten en un reto para dilucidar la supremacía en el rugby europeo, y en última instancia, el orgullo de que un país es superior al otro. Por lo visto en esta edición, no cabe duda de Inglaterra clamará por la revancha en 2005.
El entrenador Bernard Laporte dirige al combinado francés desde hace más de cuatro años, tras la derrota en la final de la Copa del Mundo de 1999, contra Australia. Su primera misión fue la de infundir disciplina en el equipo francés, con vistas a conseguir orden y cohesión, aunque sin renunciar a la tendencia del juego bleu a la vistosidad y la rapidez. Así consiguió la victoria en el Seis Naciones de 2002, aunque su progresión volvió a quedar frenada en la Copa del Mundo de Australia, en 2003, al perder contra Inglaterra en semifinales. Los jugadores más resolutivos del Quince del gallo en el torneo fueron los medios volantes Jean-Baptiste Elissalde y Fréderic Michalak –uno de los jugadores más creativos en ataque, con una facilidad innata para anotar y encontrar espacios en las defensas rivales–, junto con el medio melé Dimitri Yachvili. Con todo, el papel del capitán, el cierre Fabien Pelous, que sustituía a una institución de los galos, como lo fue Fabien Galthie, resultó determinante para mantener el equilibrio y la mentalidad del equipo. Los ingleses, aunque contaban con que la derrota en su visita al estadio de Saint-Denis de París entraba dentro de lo posible, la vulnerabilidad del Quince de la rosa quedó patente con la derrota contra Irlanda, en la cuarta jornada. La ausencia de su estrella, el apertura Johnny Wilkinson, mermó la capacidad anotadora de los campeones en 2002, que consiguieron su peor registro desde que el torneo se amplió a seis países, con 150 puntos, 34 por debajo de su media en las últimas cinco temporadas.