UNIÓN EUROPEA
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE relanzan el proyecto de Constitución
Por Salva Martínez Más2 min
Internacional28-03-2004
El motivo oficial por el cual se reunía la UE la semana pasada era la estrategia de económica comunitaria. Pero dado el contexto político internacional, se habló más de la Constitución europea y, cómo no tras el 11-M, de antiterrorismo.
Antes de que se reunieran todos los dirigentes de los Estados miembros de la UE en Bruselas la semana pasada, en París el optimismo era sintomático. El lunes pasado, Jacques Chirac, presidente francés, acogió a Bertie Ahern, actual presidente del Consejo europeo y primer ministro irlandés, en la capital francesa. En esta cita previa, los dos líderes evocaron que habría un acuerdo sobre la Constitución europea a finales de junio. También antes de la cita oficial, en Varsovia, el premier ministro polaco, Leszek Miller, afirmó respecto al proyecto constitucional que “la UE necesita un acuerdo que asegure su funcionamiento”. Miller y, hasta el pasado jueves, el representante de español en el Consejo Europeo, José María Aznar, congelaron el proyecto de Constitución en diciembre de 2003. Pero “la voluntad de acelerar la adopción de la Constitución europea” de José Luis Rodríguez Zapatero, el sucesor de Aznar, han hecho posible la vuelta al trabajo del equipo encargado del proyecto constitucional. De hecho, el pasado jueves, Per Stig Moeller, jefe de la diplomacia danesa, se aventuró a proponer una Cumbre extraordinaria que sólo trate sobre la Constitución. Durante la cita de la semana pasada, si bien se pusieron fechas, no se habló del contenido de una Constitución que suscita polémica. Según el eurodiputado Francis Wurtz, el proyecto constitucional presenta una “tendencia a mercantilizar la vida social”. En Francia, la semana pasada, 300 personalidades políticas solicitaron que se inserte en la Constitución un tratado que comprometa a los Estados miembros a lograr, en 10 años una tasa de paro inferior al cinco por ciento, una tasa de analfabetismo inferior al tres por ciento y una tasa inferior al tres por ciento de personas sin hogar. Sin embargo, el contenido sobre el antiterrorismo fue uno de los abundantes. “La tragedia de Madrid ha puesto de manifiesto la necesidad de comprometerse”, dijo Ahern el pasado jueves. Tanto es así, que, en la constelación de puestos europeos, apareció de súbito Mister Antiterrorismo. Este cargo cae en las manos de Gijs de Vries, un miembro del partido liberal holandés que no es ningún especialista en cuestiones de terrorismo, cosa que no es del todo grave pues su labor será coordinar y facilitar la acción de los departamentos policiales que se ocupan de la lucha antiterrorista. Lo que sí parece grave son los problemas que se le pueden presentar a Gijs de Vries en su tarea de coordinación. En un derroche de crítica, Claude Junker, primer ministro de Luxemburgo, dijo “incluso en los momentos de fuerte emoción no hay que caer en la hipocresía. Sabemos que los servicios secretos no quieren cambiar sus informaciones”.