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ACCIDENTE YAK-42

Investigaciones de Turquía desvelan que uno de los pilotos del Yak-42 viajaba ebrio

Por Alberto Pequeño SalgueiroTiempo de lectura1 min
España23-10-2003

El recuerdo del terrible accidente vuelve estar presente. Las investigaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Defensa sobre el accidente aéreo del Yakovlev-42 se reactivan. Una nueva pista, ofrecida por el seguimiento sobre el caso que Turquía está desarrollando, saca a la luz que uno de los pilotos y una azafata superaban el máximo admitido, 0,2 por mil de alcohol en sangre.

Las duras críticas hacia el ministro de Defensa, Federico Trillo, vuelven a hacerse latentes. Los familiares de las víctimas siguen reivindicando que el Gobierno "no puso todos los medios necesarios". El general Francisco Sánchez Borrallo, vocal español en la comisión internacional de investigación del accidente, ya está en Turquía. Su misión es la de esclarecer y verificar toda la información sobre los nuevos resultados del accidente de avión del pasado 26 de mayo, en el que perdieron la vida 62 militares españoles. Las investigaciones que están llevando a cabo las autoridades turcas han determinado que el piloto ayudante del comandante y una azafata estaban en un estado de embriaguez en el vuelo en el que tuvo lugar el siniestro. Una mano y un brazo es lo que los investigadores turcos necesitaron para realizar la autopsia y descubrir que estos tripulantes superaban el 0,2 por mil de alcohol en sangre, el máximo establecido para poder pilotar. Sin embargo, el piloto que superaba dicha cifra no pilotó el avión, sino que estaba situado fuera de la cabina. "Vergüenza". Este es el calificativo que una de las asociaciones de familiares de los 62 militares fallecidos lanzó sobre el Gobierno. Los más allegados a las víctimas no acogieron de buen modo la decisión de enviar al general Sánchez Borrallo seis meses después de la tragedia. Curra Ripollés, portavoz de la mencionada asociación, calificó de "gravísimo" el nuevo descubrimiento ya que en su día, los investigadores que llevaban el caso habían negado la posibilidad de que hubiese señales de pastillas o alcohol.