ORIENTE PRÓXIMO
Las negociaciones de paz podrían paralizar la ‘Intifada’
Por Salvador Martínez Más2 min
Internacional01-06-2003
El primer ministro palestino, Abu Mazen, se va a reunir con los grupos que lideran el movimiento popular palestino. Algunas de estas organizaciones, como Yihad Islámica y Hamás, están dispuestas a llegar a la tregua.
El líder espiritual de Hamás, el jeque Ahmed Yassin, declaró la semana pasada que su grupo también está dispuesto a interrumpir la lucha armada en favor del diálogo en torno al nuevo plan de paz, la hoja de ruta. Yassin nada más empezar la intifada instaba a “estar preparados para el conflicto”. Pero hace casi dos años y medio que la batalla en las calles se cobra víctimas casi todos los días, y en estas fechas el diálogo no es ninguna entelequia. De ahí, las declaraciones hechas por Yassin el viernes pasado. La semana pasada transcurrió sin atentados, pero no por ello dejó de haber muertos. Todas a manos del Ejército israelí. El pasado jueves, soldados israelíes mataron a dos milicianos. No sólo hubo que lamentar esas dos pérdidas humanas, porque el lunes de la semana pasada, un niño de 11 años que tiraba piedras a una patrulla y un palestino que intentaba infiltrarse en territorio israelí, fueron objetivos de los disparos israelíes. Sin embargo, los encuentros entre los premiers palestinos, israelíes y EE.UU. que tendrán lugar esta semana favorecen un clima de tregua. Uno de los portavoces de Hamás, Abdel Asís Rantisi, dejó claro que el alto al fuego estará en función de “la evolución acontecimientos sobre el terreno”. El principal problema que dificulta la paz, es el mismo texto que describe la pacificación de un conflicto eternizado: La hoja de ruta. Para Nafez Azzam, dirigente de Yihad Islámica en Gaza, “el plan nunca será justo con los palestinos”. Claro que tampoco Israel acepta íntegro el plan de paz, tiene 14 reservas y un colectivo de colonos que dice claramente “al infierno con la hoja de ruta”. El diputado y ex ministro de exteriores en 1996 y 1998, David Levy, declaraba que del plan de paz “es el documento con el peor contenido al que ha tenido que enfrentarse un Gobierno israelí”. En cualquier caso, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, va a negociar la paz con la misma determinación con la que manda a su Ejército. De momento, el pasado viernes Sharon preparaba el terreno para dejar a Mazen el control de la seguridad de los territorios autónomos. Toda una patata caliente para Mazen, que dispone de un paupérrimo estado de infraestructuras policiales tras dos años y medio de represión israelí en territorio palestino.