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El Papa propone cinco “ejemplos” de vida para España, “Tierra de María”

Por Álvaro AbellánTiempo de lectura3 min
Sociedad04-05-2003

Los peregrinos llevaron la lección aprendida en Cuatro Vientos y madrugaron para ocupar un lugar preferente en la misa de canonización que el Papa celebró en Colón el pasado domingo. Algunos paseaban por el corazón de Madrid desde las 3.30 de la madrugada. A la 10.00 comenzó la celebración, seguida por un millón de personas.

Los primeros pasos del rito de canonización apenas rompieron el guión oficial, pero la lectura de la biografía de los canonizados repartió el protagonismo entre el altar y los miles de fieles que aplaudían, coreaban y vitoreaban a los “nuevos santos” y al Papa. La canonización de estas personas se debe, en palabras del Papa a que fueron “verdaderos discípulos del Señor y verdaderos testigos de su Resurrección”. Recordó además que “los nuevos santos tienen rostros muy concretos y su historia es bien conocida”. Por eso, los propone como ejemplos de que la santidad es posible en el mundo de hoy -todos vivieron el el siglo XX-: “Queridos fieles católicos de España: ¡Dejaos interpelar por estos maravillosos ejemplos!” San Pedro Poveda fue mártir de la Guerra Civil -una de las mayores persecuciones religiosas de la historia, con más de 8.000 casos de sacerdotes asesinados documentados- y fundador de la Institución Teresiana. Dedicó su vida a la educación de los más necesitados y fue “un gran pedagogo de la vida cristiana”. San José María Rubio, diocesano y luego jesuita, “dedicó su vida a la Palabra y formó a muchos cristianos que luego serían mártires en la Guerra Civil”. Santa Genoveva Torres fue “instrumento de la ternura de Dios hacia las personas solas y necesitadas de amor”. Santa Ángela de la Cruz fundó la Compañía de Cruz “con una dimensión caritativa y social a los más necesitados”. Santa Maravillas de Jesús fundó nuevos conventos de la Orden del Carmelo caracterizadas por la vida contemplativa y la clausura, aunque también atendían a los necesitados y promovían obras sociales. TIERRA DE MARÍA La canonización de estas personas y la lectura del Evangelio sirvieron a Juan Pablo II para recordar su visión de España como la “Tierra de María” y recordó la que él considera la misión de los españoles: “Sois depositarios de una rica herencia espiritual que debe ser capaz de dinamizar vuestra vitalidad cristiana”. “¡No rompáis vuestras raíces cristianas! Sólo así seréis capaces de aportar al mundo y a Europa la riqueza cultural de vuestra historia”. “La fe cristiana y católica constituye la identidad del pueblo español”. No en vano la misa se celebraba en la Plaza de Colón (descubridor de la América evangelizada) y en el núcleo de muesos y bibliotecas (“la cultura y el arte cristiano de siglos que late en el corazón de Madrid”). La canonización en un solo acto de cinco beatos españoles supone un acontecimiento histórico sin comparación desde el siglo XVII, cuando fueron cuatro españoles los canonizados. La eucaristía fue presidida por el Papa Juan Pablo II, arropado por los cardenales Antonio María Rouco Varela (Arzobispo de Madrid) y Ángelo Sodano (Secretario de Estado de El Vaticano) y otros 300 concelebrantes, entre cardenales, obispos, eclesiales del sequito papal y sacerdotes. Además, 800 ministros extraordinarios facilitaron la comunión al millón de fieles allí reunidos.