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TENIS

Agassi y Serena: los ¬intocables¬

Por Juan Diego GómezTiempo de lectura2 min
Deportes30-03-2003

Andre Agassi es, con permiso de Lleyton Hewitt, el mejor del mundo, y nadie en Cayo Vizcaíno, el quinto Grand Slam, pudo discutir su condición. La final del torneo fue una muestra más: el español Carles Moyà se vio impotente para oponerse al potencial del de Las Vegas. El marcador final fue un doble 6-3, que reflejó la superioridad del estadounidense.

Pero no sólo en la final se pudo ver al mejor Agassi, sino, como en Australia, durante todo el torneo. En semifinales se encargó de eliminar a otro español, Albert Costa. El catalán, al igual que mallorquín, no pudo hacer nada para salvar su partido ante Agassi, y cayó 6-2 y 6-4. La única muestra de debilidad de Agassi durante el torneo fue en el partido que le enfrentó al marroquí Younes El Aynaoui, en el que tuvo que echar mano de su experiencia para salvar un primer set muy apretado: 7-6, (8-6 en el desempate), 4-6 y 6-1. La actuación de los españoles en las rondas finales fue buena, a pesar de no conseguir el triunfo. Moyà llegó hasta la final, tras derrotar al thailandés Paradorn Schripahan en semifinales, y Costa hasta las semifinales. El mallorquín protagonizó el partido más emocionante del torneo, en cuartos de final, al derrotar a la revelación, el local Robby Ginepri. El partido se resolvió en la muerte súbita de la última manga, con un emocionante 6-7 (5-7), 6-3 y 7-6 (7-4). El estadounidense dio toda una lección de buen tenis durante las dos semanas del torneo. El caso del cuadro femenino de Cayo Vizcaíno fue idéntico al masculino. La figura de la número uno del mundo, Serena Williams, eclipsó al resto de participantes. La menor de las Williams derrotó en la final a su compatriota Jennifer Capriatti por 4-6, 6-4 y 6-1. Serena no ha perdido ninguno de los 17 partidos que ha disputado este año y suma tres victorias, en su objetivo de terminar la temporada invicta y acrecentar, así, su leyenda. Serena eliminó en semifinales a la única tenista que podía arrebatarle el título, Kim Clijsters, pero la sucumbió al poderío y la fortaleza física de la estadounidense, que se llevó la victoria por un cómodo 6-4 y 6-2, un resultado idéntico al de la otra semifinal, que enfrentó a Capriati contra su compatriota Chanda Rubin.