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AYUDA A IRAK

La ONU decide por unanimidad reanudar el programa Petróleo por Alimentos

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura2 min
Internacional30-03-2003

Según un diplomático de Naciones Unidas, "la distribución de agua, alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad se realizará tan pronto como el secretario general decida que es seguro enviar personal humanitario a la región".

Se esperaba ganar la votación con una mayoría aplastante pero con las posibles abstenciones de Siria y Rusia. Al final, el Consejo de Seguridad logró un consenso al que no llegaba desde hace ya meses. En efecto, una vez suprimidos los puntos que hacían referencia a la "autoridad relevante" con la que deberá trabajar la ONU para distribuir la ayuda, los 15 países miembros del Consejo decidieron por unanimidad reanudar el programa Petróleo por Alimentos para ayudar a cerca de 16 millones de iraquíes. Otra de las razones que hacían temer una nueva ruptura en el seno de la ONU era el miedo a que la reapertura del programa se entendiese como una fórmula para legitimar la invasión anglosajona. En este sentido, el embajador ruso, Sergey Lavrov, destacaba que "es responsabilidad de las potencias ocupantes encargarse de las necesidades de la población". Pero al final pudo más el drama humano que las diferencias políticas y todas las potencias adoptaron la decisión sin llegar a discrepar de forma importante. Uno de los aspectos fundamentales de la resolución es la plena potestad que se le otorga al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para no sólo poner en marcha y administrar el programa durante los próximos 45 días, sino también para realizar los "ajustes tecnológicos y temporales" necesarios ante la realidad del conflicto. Unas circunstancias especiales que obligarán a Annan a encontrar lugares alternativos y seguros tanto en el interior como en el exterior del país para distribuir la ayuda y asegurar el regreso a Irak de los cerca de 300 colaboradores del programa en unas condiciones mínimas de seguridad. De la misma manera, el secretario general de la Naciones Unidas deberá evaluar y revisar los contratos iraquíes para trabajar con la certeza de que se da prioridad a los suministros de alimentos y salud. Pero Irak necesita más ayuda. Por este motivo, la vicesecretaria general de la ONU, Louise Frechette, lanzaba un llamamiento de urgencia a la sociedad internacional para pedir 2.200 millones de dólares en concepto de ayuda humanitaria para atender a la población iraquí durante los próximos seis meses. Según Frechette, "la guerra está creando nuevas y agudas necesidades y por eso se pide hoy dinero nuevo" y las medidas adicionales se solicitan porque si los 12 años de embargo habían convertido a los iraquíes en una población "extremadamente vulnerable", el conflicto actual no deja de agudizar una situación que será cada vez más insostenible. En efecto, Irak está sometido a sanciones de la ONU desde que invadió Kuwait en 1990. Desde que se inició, el programa Petróleo por Alimentos permite que Bagdad venda una cantidad de petróleo determinada a cambio de que utilice los beneficios que le repercuta esa venta para asegurar a la población civil sus necesidades más básicas bajo la supervisión de Naciones Unidas.