ESQUÍ
Sierra Nevada se quedó sin pruebas
Por David del Olmo
1 min
Deportes23-02-2003
A falta de tres pruebas para el término de la Copa del Mundo, Stephan Eberharter se perfila como campeón. El austriaco se hizo con el triunfo en el descenso alemán de Garmisch y, de paso, con el título parcial de la modalidad de descenso. En la Copa del Mundo femenina no hubo cambios: los descensos previstos en Sierra Nevada no se pudieron disputar por el mal tiempo.
El austriaco Stephan Eberharter -una vez retirado por esta temporada Hermann Maier, para terminar de recuperarse de sus lesiones- se mantiene como mejor esquiador del mundo. Después de demostrarlo en el pasado Campeonato del Mundo de St. Moritz con el título del supergigante, se impuso en la prueba de la Copa del Mundo de descenso disputada en Alemania, en la estación de Garmisch-Partenkirchen. Detrás del austriaco, que paró el reloj en un tiempo de un minuto, 55 segundos y 68 centésimas, se clasificaron el suizo Didier Cuche y el estadounidense Daron Rahlves. Gracias al triunfo en la pista alemana, Eberharter repite el título en la modalidad de descenso, a falta de una prueba: sus 710 puntos son inalcanzables ya para Rahlves. Además se disputó el supergigante, cuyo triunfo logró Marco Buechel, de Liechtenstein, con un tiempo de 1'16"13. Segundo fue el propio Eberharter y tercero el suizo Tobias Gruenenfelder. La victoria del esquiador de Liechtenstein le coloca, provisionalmente, como líder de la clasificación de la Copa del Mundo de supergigante, en la que sobrepasa al suizo Didier Cuche. En la general absoluta, Eberharter domina con 1.065 puntos, seguido del estadounidense Bode Millar, con 957, el único que le puede arrebatar el triunfo final. En cuanto a los descensos femeninos, que debían disputarse en Sierra Nevada, tuvieron que suspenderse por las condiciones climatológicas adversas. El primero debía disputarse el sábado y se suspendió por los 20 centímetros de nieve húmeda que cayeron la noche anterior y por la escasa visibilidad en las pistas. En la segunda, después de esperar una hora, las mismas causas y las fuertes rachas de viento hicieron imposible la disputa de la competición.