Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

VIAJE DE BUSH A EUROPA

EE.UU. busca la seguridad aliada con su escudo antimisiles

Por Mariella GoliaTiempo de lectura1 min
Internacional17-06-2001

A principios del pasado mayo el presidente estadounidense, George W. Bush, pronunció un discurso en la Universidad Nacional de Defensa en el que anunció la construcción del escudo antimisiles (NMD) que proteja a EE.UU. de países hostiles. Este proyecto supone la anulación o modificación del Tratado Antibalístico (ABM) que EE.UU. suscribió con la Unión Soviética en 1972.

Previamente, Bush comunicó a sus países amigos -Rusia y China- su decisión de desarrollar el escudo para proteger su territorio y a sus aliados europeos y asiáticos. La pasada semana, Bus se reunió con los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, de la Unión Europea y con el presidente ruso, Vladímir Putin, para explicarles su proyecto. Con el escudo antimisiles el Pentágono retoma el espíritu de la guerra de las galaxias impulsado en los años 80 por el entonces presidente Ronald Reagan. George W. Bush afirmó en su discurso que "el desarrollo de un sistema de defensa contra misiles balísticos hará nuestro mundo más seguro. La Guerra Fría ha terminado, hay que ir más allá del Tratado ABM". El Tratado Antibalístico, que fue suscrito en plena Guerra Fría, prohibía construir sistemas de defensa nacionales contra misiles balísticos y convertía a ambas potencias vulnerables al ataque. Esta situación garantizaba un equilibrio internacional de seguridad. El sistema de defensa propuesto por EE.UU. consiste en detectar, a través de una red de satélites y radares, y destruir cohetes enemigos en el aire antes que lleguen al espacio aéreo del país. El proyecto no aspira sólo a evitar ataques de países enemigos como Irán, Irak o Corea del Norte sino también proteger contra lanzamientos accidentales de misiles intercontinentales y tener la suficiente capacidad para hacer frente a los arsenales de Rusia y China. EE.UU. ha anunciado que reducirá las cabezas nucleares activas de 7.200 a menos de 2.500 para demostrar la defensa de un equilibrio nuclear.