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VENEZUELA

Chávez reconocería un referéndum ‘si no se vulnera la Constitución’

Por Vicente García GandíaTiempo de lectura2 min
Internacional29-12-2002

La semana pasada comenzaba con el abordaje por parte del Ejército de los principales petroleros anclados en Maracaibo, entre ellos el buque insignia de la huelga, el ‘Pilín León’.

Si tras esta maniobra del Ejecutivo, Chávez aseguraba que la principal empresa de Venezuela había conseguido operar al 15 por ciento de sus posibilidades, desde la oposición se afirmaba en cambio que sólo se había alcanzado el siete por ciento de actividad. El ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, anunciaba en cualquier caso: "Vamos a requerir un tiempo pero esperamos que sea bastante rápido". Por su parte, Juan Fernández, portavoz de los opositores Gente del Petróleo, despreciaba las palabras del Ejecutivo al señalar: "Para esta fecha se deberían haber despachado más de 170 buques; que yo conozca, sólo han movilizado cinco. Existen 17.900 pozos y todos están cerrados. Aquí no se está produciendo petróleo y la producción de gas tampoco se ha reactivado". Mientras tanto, la situación en la calle se hacía cada vez más insostenible. Ante la esperada falta de alimentos, el Ejecutivo decidió importar la semana pasada víveres por un valor de siete millones de dólares para asegurar el abastecimiento de las necesidades básicas de la problación. En efecto, supermercados y jugueterías tuvieron que empezar a racionar las mercancías a pesar de que las ventas navideñas en estas últimas no se han visto afectadas por la crisis. Ante la dificultad de un acuerdo entre Gobierno y oposición, Chávez dio su brazo a torcer. Anunció que está dispuesto a anticipar la consulta pero "tiene que cumplirse todo el proceso -de forma constitucional-. Si la Asamblea lo aprueba por mayoría, entonces será necesario un referéndum" revocatorio. A finales de la semana pasada, el alivio llegaba desde Brasil. Las autoridades brasileñas fletaban un buque con 520.000 barriles de combustible para soliviantar la situación de PDVSA, de la que los gerentes rebeldes aseguran haber perdido el control. Ahora, las perspectivas más optimistas llegan en boca de Alí Rodríguez Araque, actual presidente de PDVSA, quien confía en que esta semana la producción se eleve a los dos millones de barriles al día. Alí ha anunciado de la misma manera una "reestructuración cuidadosamente pensada" de la empresa pública y el restablecimiento de las exportaciones del quinto productor mundial de petróleo a partir de la segunda quincena de enero de 2003.