Tarjetas black
Claves del caso de las tarjetas black
Por Mariló Pardo
2 min
España04-03-2017
Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid, y Rodrigo Rato, también ex presidente del banco y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional han sido puestos en libertad sin fianza y sin medidas cautelares. Los dos han sido condenados a penas de prisión por ser partícipes del caso de las tarjetas black. El delito atribuido es el de apropiación indebida.
Este viernes la Audiencia Nacional ha dictaminado la libertad sin fianza y sin medidas cautelares para Rodrigo Rato y Miguel Blesa, implicados en el caso de las tarjetas black. Han sido declarados culpables y sentenciados a penas de prisión por apropiación indebida.
Las tarjetas black son herramientas de pago que no se hallan dentro del espacio habitual de las tarjetas de representación del banco. Estas tarjetas las creó Caja Madrid para remunerar a 86 directivos de la empresa así como para el Consejo de Administración. Había dos tipos de tarjetas black: Business Oro EMV y Business Plata EMV.
Los beneficiarios de las tarjetas gastaron aproximadamente durante 13 años, del 1999 al 2012, un total de 15'5 millones de euros. La mayoría del dinero gastado fue durante la época de Caja Madrid. 245.200 euros se gastaron tras la fundación de Bankia. Miguel Blesa fue quién más dinero gastó: un total de 436.700 euros. Rodrigo Rato por su parte cargó unos 44.200 euros. Todos estos gastos no fueron declarados a la Agencia Tributaria ni por parte de los empleados ni por parte del banco.
La mayoría del dinero fue gastado en hoteles exclusivos, tiendas de marcas de lujo y restaurantes. También en discotecas, bares, salas de fiesta y pubs. Por ejemplo, Rodrigo Rato gastó en solo cinco días unos 2.172 euros en discotecas y fiestas.
El uso de las tarjetas black es un delito porque la Fiscalía Anticorrupción lo ha considerado como delito de apropiación indebida. Hacienda piensa que el caso de las tarjetas black es un delito fiscal por no declarar las tarjetas opacas. Por su parte, la ley determina 120.000 euros al año como límite de lo defraudado cifra a la que no llegó ninguno de los implicados.
Para reducir su pena, Blesa ha devuelvo el total del dinero que gastó con su tarjeta opaca. También han devuelto lo gastado el número dos de Blesa, Ildefonso Sánchez Barcoj y el ex consejero de Bankia y ex secretario de Estado de Hacienda, José Manuel Fernández Norniella, entre otros de los imputados.