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ESTADOS UNIDOS

Trump se presenta ante la Cámara con un discurso "moderado"

Por Luis ArtolaTiempo de lectura3 min
Internacional01-03-2017

Donald Trump, 45º presidente de Estados Unidos, ha comparecido ante el Congreso por primera vez. La pasada noche del martes, el actual presidente de Estados Unidos ofrecía su discurso de presentación de su proyecto político ante los representantes de las Cámaras del Congreso. Durante una hora reivindicó su agenda gubernamental con especial énfasis en su política migratoria aunque con algunas concesiones al diálogo.

El recientemente elegido presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se presentó anoche en el Capitolio, el emblemático edificio que aúna el Congreso y el Senado. La razón de su presencia era el pronunciar su primer discurso oficial ante los congresistas afines y adversarios. Trump llegó a la Cámara arropado por los miembros de su gabinete y su familia.

El nuevo inquilino que lleva 40 días en la Casa Blanca, gran parte de ellos salpicados por polémicas decisiones, quiso en esta ocasión ofrecer un discurso más templado aunque manteniendo gran parte de los mensajes y propuestas que quiere llevar a cabo. A pesar de ello, su comparecencia, de una hora de duración, fue mayoritariamente aplaudida únicamente por los republicanos. Mientras, pudieron verse, en señal de protesta ante el machismo imperante en sus intervenciones, a todas las mujeres del partido demócrata vestidas de blanco.

Con un tono neutro, sin exaltaciones, reiteró con su ya célebre frase "América primero" que no pretende ser representante del mundo, sino de Estados Unidos. Insistió en la necesidad de reforzar las fronteras haciendo hincapié en la construcción del gran muro que se levantará en la frontera con México. Sigue siendo, pues, un elemento fundamental de su discurso la lucha contra la inmigración ilegal. Y añadió que "una vez terminado será un arma muy eficaz contra el crimen y las drogas".

Donald Trump y, en la línea del anterior argumento cree imprescindible aplicar con dureza "la ley y el orden". Además la reforma sanitaria establecida por Barack Obama y uno de sus mayores logros, sufrirá próximamente su derogación aunque mientras tanto ya ha ordenado a las instituciones gubernamentales "aliviar las cargas del Obamacare".  

Uno de los puntos en el que más se detuvo fue en su promesa de volver a hacer grande a América enfatizando en "el tiempo de pensar en pequeño se acabó" y, para ello, justificó, terminaría con los tratados de libre comercio y requeriría incrementar su presupuesto armamentístico y de defensa remarcando su lucha contra el Estado Islámico, pero además exigió de nuevo a los países aliados donar una mayor parte de su PIB en defensa y a instituciones como la OTAN.

La moderación que imprimió en todo su discurso, han comentado analistas políticos, podría estar relacionado con un intento de frenar la intensa y, en muchas ocasiones, desastrosa actividad de su Administración o incluso el ver que otros poderes, como el Tribunal de Justicia, no haya aprobado su iniciativa del veto a inmigrantes de siete países musulmanes. En este sentido, se mostró conciliador ante la posibilidad de llevar a cabo una negociación bipartidista que reforme la ley de inmigración aunque sin renunciar a uno de sus lemas prioritarios como es "reforzar la seguridad de la nación y restaurar el respeto por nuestras leyes".

No obstante, a pesar del gran número de propuestas y reformas que ocuparán su agenda presidencial, no dio explicaciones de cómo se llevarán a cabo. Imperó su carácter nacionalista al "poner a sus ciudadanos primero" y hubo una escasa alusión a la política exterior. En este último punto únicamente hizo alusión con, en esta ocasión, aplauso de todo la Cámara, al fallecido de los Navy Seal en Yemen, cuya viuda se encontraba presente.